Se define el Autismo Infantil como el síndrome congénito que afecta directamente tanto a las relaciones afectivas y sociales del niño como a la propia comunicación más básica del mismo
1. AUTISMO INFANTIL
El autismo es un trastorno del desarrollo que altera profundamente la capacidad del niño
para comunicarse y que limita su desarrollo cognitivo y emocional. En la mayoría de los
casos hace su aparición en edades muy tempranas, aunque en un pequeño porcentaje de los
casos, sobre todo cuando no hay otros trastornos asociados, puede pasar desapercibido
hasta que el niño alcanza la edad escolar.
Los signos que desvelan el autismo antes del primer año de vida
A partir de los 6 meses de vida ya es posible identificar los primeros signos que indican la
presencia de un trastorno del espectro autista. A esta edad el niño se suele mostrar menos
exigente y activo que sus coetáneos y por lo general no mantiene contacto ocular.
Asimismo, suele rechazar el contacto con los adultos por lo que es un bebé muy difícil de
consolar y tranquilizar, sobre todo cuando está irritado.
A menudo el pequeño de menos de un año no tiene respuesta anticipatoria; es decir, no se
anticipa a los acontecimientos de su entorno, es como si no le importara nada. Además, no
suele desarrollar la ansiedad de separación, una respuesta instintiva de miedo que la
mayoría de los niños experimenta cuando perciben que sus padres les dejarán solos.
También es frecuente que presente cierto retraso en su capacidad comunicativa. Al cumplir
el primer año de vida la mayoría de los niños con autismo no imitan los sonidos,
expresiones o gestos y aunque lloran con frecuencia, su llanto es difícil de interpretar. A
esta edad muchos bebés comienzan a presentar movimientos repetitivos con las manos.
El niño con autismo entre los 1 y 3 años de vida
Después del primer año los signos del autismo suelen ser más evidentes, por lo que muchos
padres se dan cuenta de que algo no va bien. El niño se comunica muy poco con el resto de
las personas y prácticamente no da señales de afecto. Asimismo, suele mostrar poco interés
por relacionarse con otros niños y aunque a veces puede expresar cierta simpatía hacia sus
padres, prefiere pasar solo la mayor parte del tiempo.
2. A diferencia de sus coetáneos, el niño autista tiene muy poca curiosidad por conocer su
entorno y a menudo utiliza los juguetes de manera inadecuada porque no comprende el
simbolismo del juego. De hecho, mientras que la mayoría de los pequeños comienzan a
adentrarse en los juegos imaginativos y de roles, el niño con autismo prefiere los juegos
manipulativos, sobre todo los que le permiten realizar movimientos repetitivos.
A esta edad su capacidad lingüística también se queda rezagada pues aunque puede repetir
algunas frases, no tiene un lenguaje creativo y casi siempre utiliza combinaciones de
palabras sin ningún significado. Además, no hace gestos o expresiones que le ayuden a
comunicarse y no comprende el significado de los castigos.
El niño con autismo entre los 3 y 6 años
Entre los 3 y 6 años los signos del autismo infantil son tan evidentes que normalmente ya se
puede hacer un diagnóstico en toda regla. En la edad preescolar el niño autista se muestra
incapaz de utilizar la mirada, la postura y la expresión para comunicarse. No es recíproco
con los gestos de afecto que le profesan los demás y, solo en raras ocasiones, interactúa con
quienes le rodean pues casi siempre está encerrado en su propio mundo. Por lo general,
suele ser muy poco competitivo y no se relaciona con sus coetáneos.
A los 6 años el niño con autismo no logra comprender los gestos de los demás y los
conceptos abstractos por lo que casi nunca hace preguntas. De hecho, otro problema que se
agudiza en esta etapa es el retraso en el lenguaje pues aunque puede decir algunas frases,
casi siempre utiliza de manera incorrecta los pronombres y no comprende el significado de
las palabras por lo que no puede mantener una conversación como cualquier otro niño de su
edad.
Además, en este período también se suelen exacerbar algunos signos motrices: camina con
cierta torpeza y mueve las manos de forma repetitiva, imitando un aleteo. También aparece
un apego inusual a determinadas rutinas que no tienen un significado o una función
importante y a menudo, se suele preocupar de forma persistente por objetos que no tienen
3. ningún valor afectivo. De hecho, cualquier cambio en su rutina diaria es muy mal tolerado,
por lo que a esta edad la frustración es pan cotidiano.
El autismo es un trastorno neuropsiquiátrico, que generalmente se manifiesta durante los
tres primeros años de vida, y se caracteriza por:
• Aislamiento social.
• Dificultades para comunicarse (lenguaje, mímica...).
• Patrones estereotipados de conducta, es decir, gestos o expresiones que se repiten
sin variación.
Causas del autismo en niños
No se conocen con exactitud las causas, pero es probable que tanto el factor genético como
el ambiental, desempeñen un papel fundamental en esta enfermedad.
Se ha descubierto que existen ciertos genes que están relacionados con el desarrollo del
autismo. Además, estudios realizados a personas con autismo demuestran que tienen
irregularidades en varias regiones del cerebro.
Prevalencia
Este trastorno lo pueden presentar individuos de cualquier raza y cultura, y con diferentes
niveles socioeconómicos. Sin embargo, la incidencia en niños es cuatro veces mayor que en
niñas.
A nivel mundial se estima que 5 de cada 10.000 personas presentan autismo clásico. La
prevalencia aumenta si se tiene en cuenta a los niños que tienen síntomas más leves,
aumentando entonces la cantidad a 21 de cada 10.000 personas.
Síntomas del autismo en los niños
Existen diversos síntomas que pueden ayudar a saber si un niño padece autismo:
Indicadores precoces:
• No balbucea ninguna palabra al año de edad.
• No señala ningún objeto hasta los 12 meses.
• No responde a su nombre.
• No pronuncia palabras hasta los 16 meses, o frases de dos o más palabras hasta
aproximadamente los dos años.
• No establece un contacto visual correcto.
• Alinea de manera excesiva los juguetes u otros objetos.
4. • No sonríe ni muestra receptividad social.
Indicadores tardíos:
• No tiene interés en hacer amigos.
• No es capaz de comenzar o mantener una conversación.
• Es poco imaginativo a la hora de jugar.
• Utiliza un lenguaje repetitivo.
• Tiene rutinas y cualquier intento de modificarlas le genera una gran angustia.
• Muestra un apego excesivo a determinados objetos.
Diagnóstico del autismo en niños
El médico hará un cuestionario a los padres para reunir toda la información posible sobre la
conducta y el desarrollo del menor. Si existen sospechas de que el niño pudiera padecer este
trastorno se le someterá a una evaluación integral, en la que participan un psicólogo, un
neurólogo, un psiquiatra, un terapeuta del lenguaje, y otros especialistas capacitados para
diagnosticar a los niños con autismo.
Lo mejor es un diagnóstico precoz, y ya se dispone de medios para detectar este trastorno
antes de los 24 meses de edad.
Tratamiento del autismo en la infancia
Una intervención a tiempo, apropiada e intensiva, mejorará el pronóstico de los menores
con autismo. Actualmente, existen diferentes programas educativos y de comportamiento
para tratar al niño autista, que incluyen actividades constructivas y ayudas visuales que
resultan útiles.
• Terapia conductual: consiste en el entrenamiento de comportamientos empleando la
psicología conductista; se estimulan las actuaciones deseables, y se limitan los indeseables.
Tanto los padres como los educadores deben ser adiestrados previamente para poder
realizar esta terapia con los niños.
• Programa de educación especial: orientado a favorecer el desarrollo del
lenguaje comunicativo y la interacción con otras personas. Las escuelas a las que acuda el
menor deben tener material adecuado y personal cualificado para ayudar al niño a
desarrollar el lenguaje y facilitar su integración social.
• Farmacoterapia: en los casos en que el niño no responda a otro tipo de tratamiento,
el médico le puede prescribir algún fármaco.
Pronóstico
La evolución de la enfermedad depende de cada persona; algunas necesitarán asistencia
cuando sean adultas, mientras que otras conseguirán vivir de manera independiente.
5. El pronóstico será peor en los niños cuyo cociente intelectual sea bajo, y en aquellos que no
sean capaces de hablar de manera comprensible antes de los 5 años.
Ver más información sobre el autismo.
El Autismo infantil es una de las incapacidades más complejas de la infancia. Los
profesionales y los padres se confunden con los niños autistas, ya que fallan
miserablemente en cualquier tarea de la vida diaria, pero son capaces de resolver un
complicado rompecabezas para adultos con facilidad.
Hasta principios de 1960 muy pocas personas que no fuesen médicos, psicólogos o
maestros especiales, habían oído hablar de los niños autistas. Pero posteriormente y más
aún en las últimas décadas los problemas de estos niños han sido objeto de estudio y
discusión.
En 1943 un psiquiatra norteamericano, Leo Kanner, describió el sindrome como
“autismo infantil”, para explicar una especie de “psicosis infantil”. La palabra “autismo”
proviene de la palabra griega “autos”, que significa “propio”. Kanner usó este término
porque los niños pasaban por una etapa en que estaban muy concentrados en sí mismos,
y no mostraban interés hacia otras personas.
Este concepto ha ido cambiando y en la actualidad se habla de Sindrome Autista para
designar “una alteración evolutiva del desarrollo que puede definirse como dificultades
de la comunicación verbal y gestual, alteraciones de la interacción social recíproca y un
repertorio muy restringido de actividades e intereses y patrones repetitivos de conducta”
(A.P.A. 1994)
Epidemiología del Autismo
Estudios realizados en países desarrollados como Inglaterra, Dinamarca y Estados
Unidos, han señalado que de 3 a 5 niños de cada 10.000 tienen Autismo Infantil. En los
Estados Unidos hay aproximadamente 60.000 niños autistas menores de 18 años, la
mayoría en edad escolar.
Los varones están afectados de 3 a 4 veces más que las niñas. Esta enfermedad
comienza al nacer o durante los tres primeros años de la vida.
6. Aproximadamente un 30-50% de los niños que tienen un comportamiento autista,
también presentan un problema neurológico, tal como espasticidad o epilepsia, esto se
conoce como co-morbilidad del sindrome autista.
Estudios realizados en los Estados Unidos e Inglaterra han señalado que los niños
autistas, poseen padres con una educación más alta que el término medio de la
población, pero esto es una cuestión de controversia.
Etiología del Autismo
En el estudio de las causas del Autismo se han desarrollado varias teorías, que tratan de
explicar el origen del síndrome autista. Ninguna de ellas por sí sola lo ha logrado, en la
actualidad se considera que su etiología es multifactorial.
Entre las teorías que más aceptación han tenido están, las genéticas, las neurobiológicas
y las psicológicas.
Con relación a la etiología genética, inicialmente se consideró un mecanismo de
transmisión autosómica recesiva (por análisis de segregación familiar, y por hallazgos
concordantes en gemelos monocigóticos), pero actualmente se piensa que existen menos
de 10 genes que actúan de manera multiplicativa, por lo que se habla entonces de
Herencia Multiplicativa.
También se ha señalado el llamado sindrome del cromosoma X frágil, es decir la falta de
sustancia en el extremo distal del brazo largo del cromosoma, como causa del sindrome
autista.
Con relación a la etiología neurobiológica se habla de las anormalidades en los
neurotransmisores, específicamente de la serotonina que se encuentra aumentada en los
niños con síndrome autista (hiperserotoninemia), que altera el funcionamiento cerebral.
Otras investigaciones hablan de alteraciones en el cerebelo, específicamente cambios en
el número y tamaño de las neuronas de los núcleos cerebelosos, que sugiere un trastorno
evolutivo en las relaciones sinápticas de estos núcleos. Estudios de neuroimágenes han
evidenciado alteraciones en el volumen cerebral (disminuido), en la corteza cerebral y
en el sistema límbico. También existen hallazgos inmunológicos que demuestran niveles
de inmunoglobulinas alteradas, específicamente una inmunoglobulina A baja y una
actividad deficiente del sistema del complemento.
7. Las teorías psicológicas que se han empleado para explicar el problema son: la socio
afectiva, originalmente planteada por Kanner y luego replanteada por Hobson en los
años 80; la cognitiva de Lesli y Frieth y una tercera que es la cognitivo afectiva.
La teoría socio afectiva de Hobson (1989), dice que los autistas carecen de componentes
constitucionales para interactuar emocionalmente con otras personas, tales reacciones
son necesarias para la “configuración de un mundo propio y común” con los demás. La
carencia de experiencia social trae como consecuencia: -falla en reconocer que los
demás tienen sus propios pensamientos, sentimientos, y –severa alteración en la
capacidad de abstraer, sentir, pensar simbólicamente.
La teoría cognitiva postula que las deficiencias cognitivas se deben a una alteración que
se denomina meta representacional, que es la responsable de que los niños puedan
desarrollar el juego simulado y que puedan atribuir estados mentales con contenido a
otros.
La teoría cognitivo-afectiva, plantea que las dificultades de comunicación y sociales,
tienen origen en un déficit afectivo primario, que se halla estrechamente relacionado a
un déficit cognitivo, esto explicaría según Mundy (1986), las dificultades en la
apreciación de los estados mentales y emocionales de otras personas.
Características conductuales del Autismo
Basándonos en la definición de la Asociación Americana de Pediatría, las características
del Autismo Infantil serían:
*Anomalías de la Interacción Social:
Vienen dadas por los siguientes aspectos:
1. Déficit en conductas no verbales prosociales: no contacto visual, alteración
en la expresión facial, posturas corporales y gestos anormales.
2. No relación con sus pares.
3. Ausencia de conductas espontáneas para compartir juegos, diversiones o
intereses con los demás niños.
4. Ausencia o déficit muy importante en la reciprocidad social o emocional.
*En cuanto a las Alteraciones de la Comunicación tenemos:
8. 1. Retraso evolutivo del lenguaje que puede llegar a lo que se denomina
agnosia verbal (es una alteración de la codificación y decodificación del
lenguaje)
2. Uso repetitivo y estereotipado del lenguaje, con ecolalias inmediatas y/o
retardadas (es la repetición de las palabras que dice el interlocutor).
*Con respecto a los intereses restringidos y estereotipados vienen determinados por
repertorios de conductas ritualizadas, estereotipias motoras y el apego exagerado a
determinados objetos, lo que ocasiona una resistencia al cambio, manifestada muchas
veces en forma violenta.
*Con respecto a las Alteraciones Cognitivas, existe una gran variabilidad desde una
deficiencia mental profunda hasta capacidades superiores. En algunos autistas la
irregularidad es tan marcada que un talento excepcional (memorizar listas de teléfonos,
direcciones, la música, el dibujo, etc.), pueden coexistir con una incompetencia mental
global.
El papel del pediatra en el diagnóstico del Sindrome Autista
El Pediatra es quizás entre los médicos, el que tiene una mayor responsabilidad sobre la
salud de la población y debe ser un gran clínico para diagnosticar y tratar a un paciente,
que muchas veces por su grado de desarrollo no está en capacidad de comunicarse
claramente.
Cabe recordar que el pediatra es el especialista médico, que está más cercano al niño y a
la familia, y quien ejerce sobre éstos una mayor influencia.
Por lo tanto el pediatra surge como un elemento importantísimo en el diagnóstico precoz
del autismo, siendo de gran valor para el pronóstico de la enfermedad, y debe formar
parte del equipo multidisciplinario para su tratamiento.
Los padres de los niños autistas
Tener un niño discapacitado, cualquiera que sea su problema (físico o mental), es muy
duro de aceptar y de manejar. Los padres se pueden sentir culpables, preocupados,
confundidos, y desesperanzados con respecto al futuro del pequeño. Todas estas
reacciones emocionales son válidas y legítimas, es aquí cuando el médico entra a jugar
un papel importante, por una parte brindar apoyo emocional y por la otra brindar ayuda
profesional para tratar de sobrellevar el problema.
9. El autismo no es muy frecuente de conseguir en la calle, en los centros comerciales, en
los parques, además que muchos niños autistas parecen normales. La mayoría de las
personas sabe poco sobre esto, haciendo que los padres se sientan solos y extraños en la
sociedad. De allí es que han surgido asociaciones de ayuda y atención de padres de
niños autistas, para lograr la aceptación del problema y de someterse a la terapia
adecuada a cada caso.
El Tratamiento del Síndrome Autista
Hasta ahora no hay un tratamiento curativo del Autismo Infantil, sin embargo se han
hecho progresos en la prevención de este mal al descubrir posibles factores causales.
También se emplea la terapia farmacológica para el tratamiento de algunas afecciones
que coexisten, tales como el insomnio, la hiperactividad, las convulsiones, las conductas
auto y heteroagresivas, etc.
En la actualidad se utilizan las técnicas de modificación conductual, la enseñanza de
habilidades sociales, entrenamientos del lenguaje social, el condicionamiento operante,
la pedagogía especializada, etc., en fin, una serie de estrategias terapéuticas con el único
objetivo de minimizar las deficiencias y lograr una mejor vida social.
No hay que olvidar que los padres de estos niños, requieren de mucha ayuda, de
entrenamiento en estrategias y recursos para el manejo adecuado de estos niños en el
hogar, ya que el autismo produce incapacidades a través de toda la vida.
10. El autismo no es muy frecuente de conseguir en la calle, en los centros comerciales, en
los parques, además que muchos niños autistas parecen normales. La mayoría de las
personas sabe poco sobre esto, haciendo que los padres se sientan solos y extraños en la
sociedad. De allí es que han surgido asociaciones de ayuda y atención de padres de
niños autistas, para lograr la aceptación del problema y de someterse a la terapia
adecuada a cada caso.
El Tratamiento del Síndrome Autista
Hasta ahora no hay un tratamiento curativo del Autismo Infantil, sin embargo se han
hecho progresos en la prevención de este mal al descubrir posibles factores causales.
También se emplea la terapia farmacológica para el tratamiento de algunas afecciones
que coexisten, tales como el insomnio, la hiperactividad, las convulsiones, las conductas
auto y heteroagresivas, etc.
En la actualidad se utilizan las técnicas de modificación conductual, la enseñanza de
habilidades sociales, entrenamientos del lenguaje social, el condicionamiento operante,
la pedagogía especializada, etc., en fin, una serie de estrategias terapéuticas con el único
objetivo de minimizar las deficiencias y lograr una mejor vida social.
No hay que olvidar que los padres de estos niños, requieren de mucha ayuda, de
entrenamiento en estrategias y recursos para el manejo adecuado de estos niños en el
hogar, ya que el autismo produce incapacidades a través de toda la vida.