Este documento describe los procedimientos para realizar una autopsia neuropatológica, incluyendo la apertura del cráneo, extracción del cerebro, fijación y cortes coronales. Se explica cómo abrir la cavidad craneal, extraer el cerebro y cerebelo, y fijarlos en formol. Luego, se realizan cortes coronales de 1-1,5 cm de espesor del cerebro fijado para examinarlo macroscópicamente y tomar muestras de diferentes niveles del sistema nervioso central.
Tema 5 del temario del módulo de Necropsias del C.F.G.S. de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico: Realización de la extracción de tejidos, prótesis, marcapasos y otros dispositivos del cadáver.
PUEDE CONTENER IMAGENES SENSIBLES
Tanatopraxia, necropsias, procedimiento de autopsias, Estudio previo a la apertura del cadáver, Fenómenos cadavéricos tempranos → previos a la putrefacción cadavérica, Fenómenos cadavéricos tardíos → la putrefacción cadavérica, Tipos de disección, Extracción de bloques anatómicos, muestras para estudio, livor mortis, algor mortis, rigor mortis, suturas, premortem, postmoretm, livideces, Fases putrefaccion cadavérica, fase cromática, fase enfisematosa, fase colicuativa, fase de reducción esquelética, eviseraciones, Disecciones, diseccion cervical, diseccion de tronco, apertura cadáver, extracción de órganos,
Tema 5 del temario del módulo de Necropsias del C.F.G.S. de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico: Realización de la extracción de tejidos, prótesis, marcapasos y otros dispositivos del cadáver.
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Tema 3 del módulo de Necropsias del CFGS de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico: realización de la identificación macroscópica del patrón de normalidad
esta presentación es un breve resumen del amplio contenido sobre tanatología forense orientado a estudiantes de la carrera de derecho y ciencias jurídicas
Manual muy completo de instrumental quirúrgico de Sánchez-Sarría O, González-Diez Y, Hernández-Dávila C, Dávila-Cabo-de-Villa E. Manual de instrumental
quirúrgico. Medisur [revista en Internet]. 2014 [citado 2014 Dic 15]; 12(5):[aprox. 37 p.]. Disponible en:
http://medisur.sld.cu/index.php/medisur/article/view/2662
Documento sobre cómo interpretar un informe citológico cervicovaginal destinado a médicos y matronas de atención primaria. Dr. Julio Herráiz Abad, ginecólogo. Zaragoza, mayo de 2005.
Tema 3 del módulo de Necropsias del CFGS de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico: realización de la identificación macroscópica del patrón de normalidad
esta presentación es un breve resumen del amplio contenido sobre tanatología forense orientado a estudiantes de la carrera de derecho y ciencias jurídicas
Manual muy completo de instrumental quirúrgico de Sánchez-Sarría O, González-Diez Y, Hernández-Dávila C, Dávila-Cabo-de-Villa E. Manual de instrumental
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http://medisur.sld.cu/index.php/medisur/article/view/2662
Documento sobre cómo interpretar un informe citológico cervicovaginal destinado a médicos y matronas de atención primaria. Dr. Julio Herráiz Abad, ginecólogo. Zaragoza, mayo de 2005.
Tema 2 del módulo de Citología Ginecológica del CFGS de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico. Trata de la identificación de los datos clínicos de la solicitud de estudio citológico.
Tema 6. Líquidos orgánicos, sistema nervioso y globo ocularJOAQUINGARCIAMATEO
Tema 6 del temario del módulo de Citología General del C.F.G.S. de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico: análisis de imágenes citológicas de líquidos orgánicos, sistema nervioso y globo ocular.
Crónica de la visita de Histolabet al Museo de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid. Agradecimiento profundo por la misma al Prof. Juan Francisco Pastor Vázquez.
Trabajo de comparación entre las características macroscópicas de un corazón de cerdo fresco y otro putrefacto tras 12 días. Documento elaborado por el laboratorio Histolabet y sus técnicos superiores de anatomía patológica y citodiagnóstico.
Signos principales de putrefacción en intestino delgadoJOAQUINGARCIAMATEO
Documento que describe brevemente los principales signos de la putrefacción en el intestino delgado. Trabajo realizado por alumnos de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico
Cómo interpretar un informe citológico cérvico-vaginalJOAQUINGARCIAMATEO
Documento dirigido a médicos y matronas de atención primaria realizado por el Dr. Julio Herráiz Abad, ginecólogo, en el que se explica de manera pormenorizada, con texto e imágenes, todo lo relativo a la correcta interpretación de un informe citológico cervicovaginal.
Tema 7 del temario del módulo de Citología Ginecológica del C.F.G.S. de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico: Análisis de muestras de citología vulvar, endometrio, trompas y ovarios
Tema 4 del módulo de Citología General del temario del C.F.G.S. de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico sobre análisis de imágenes histológicas y citológicas del aparato digestivo
Tema 5 del temario del módulo de Citología General del CFGS de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico: Análisis de imágenes citológicas de aparato urinario y glándulas suprarrenales.
REALIZAR EL ACOMPAÑAMIENTO TECNICO A LA MODERNIZACIÓN DEL SISCOSSR, ENTREGA DEL SISTEMA AL MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL PARA SU ADOPCIÓN NACIONAL Y ADMINISTRACIÓN DEL APLICATIVO, EN EL MARCO DEL ACUERDO DE SUBVENCIÓN NO. COL-H-ENTERRITORIO 3042 SUSCRITO CON EL FONDO MUNDIAL.
IA, la clave de la genomica (May 2024).pdfPaul Agapow
A.k.a. AI, the key to genomics. Presented at 1er Congreso Español de Medicina Genómica. Spanish language.
On the failure of applied genomics. On the complexity of genomics, biology, medicine. The need for AI. Barriers.
TdR Monitor Nacional SISCOSSR VIH ColombiaTe Cuidamos
APOYAR A ENTERRITORIO CON LAS ACTIVIDADES DE GESTIÓN DE LA ADOPCIÓN DEL SISCO SSR EN TODO EL TERRITORIO NACIONAL, ASÍ COMO DE LAS METODOLOGÍAS DE ANÁLISIS DE DATOS DEFINIDAS EN EL PROYECTO “AMPLIACIÓN DE LA RESPUESTA NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN Y ATENCIÓN INTEGRAL EN VIH”, PARA EL LOGRO DE LOS INDICADORES DEL ACUERDO DE SUBVENCIÓN SUSCRITO CON EL FONDO MUNDIAL.
La sociedad del cansancio Segunda edicion ampliada (Pensamiento Herder) (Byun...JosueReyes221724
La sociedad del casancio, narra desde la perspectiva de un Sociologo moderno, las dificultades que enfrentramos en las urbes modernas y como estas nos deshumanizan.
Pòster presentat per la resident psicòloga clínica Blanca Solà al XXIII Congreso Nacional i IV Internacional de la Sociedad Española de Psicología Clínica - ANPIR, celebrat del 23 al 25 de maig a Cadis sota el títol "Calidad, derechos y comunidad: surcando los mares de la especialidad".
descripción detallada sobre ureteroscopio la historia mas relevannte , el avance tecnológico , el tipo de técnicas , el manejo , tipo de complicaciones Procedimiento durante el cual se usa un ureteroscopio para observar el interior del uréter (tubo que conecta la vejiga con el riñón) y la pelvis renal (parte del riñón donde se acumula la orina y se dirige hacia el uréter). El ureteroscopio es un instrumento delgado en forma de tubo con una luz y una lente para observar. En ocasiones también tiene una herramienta para extraer tejido que se observa al microscopio para determinar si hay signos de enfermedad. Durante el procedimiento, se hace pasar el ureteroscopio a través de la uretra hacia la vejiga, y luego por el uréter hasta la pelvis renal. La uroteroscopia se usa para encontrar cáncer o bultos anormales en el uréter o la pelvis renal, y para tratar cálculos en los riñones o en el uréter.Una ureteroscopia es un procedimiento en el que se usa un ureteroscopio (instrumento delgado en forma de tubo con una luz y una lente para observar) para ver el interior del uréter y la pelvis renal, y verificar si hay áreas anormales. El ureteroscopio se inserta a través de la uretra hacia la vejiga, el uréter y la pelvis renal.Una vez que esté bajo los efectos de la anestesia, el médico introduce un instrumento similar a un telescopio, llamado ureteroscopio, a través de la abertura de las vías urinarias y hacia la vejiga; esto significa que no se realizan cortes quirúrgicos ni incisiones. El médico usa el endoscopio para analizar las vías urinarias, incluidos los riñones, los uréteres y la vejiga, y luego localiza el cálculo renal y lo rompe usando energía láser o retira el cálculo con un dispositivo similar a una cesta.Náuseas y vómitos ocasionales.
Dolor en los riñones, el abdomen, la espalda y a los lados del cuerpo en las primeras 24 a 48 horas. Pain may increase when you urinate. Tome los medicamentos según lo prescriba el médico.
Sangre en la orina. El color puede variar de rosa claro a rojizo y, a veces incluso puede tener un tono marrón, pero usted debería ser capaz de ver a través de ella
. (Los medicamentos que alivian la sensación de ardor durante la orina a veces pueden hacer que su color cambie a naranja o azul). Si el sangrado aumenta considerablemente, llame a su médico de inmediato o acuda al servicio de urgencias para que lo examinen.
Una sensación de saciedad y una constante necesidad de orinar (tenesmo vesical y polaquiuria).
Una sensación de quemazón al orinar o moverse.
Espasmos musculares en la vejiga.Desde la aplicación del primer cistoscopio
en 1876 por Max Nitze hasta la actualidad, los
avances en la tecnología óptica, las mejoras técnicas
y los nuevos diseños de endoscopios han permitido
la visualización completa del árbol urinario. Aunque
se atribuye a Young en 1912 la primera exploración
endoscópica del uréter (2), esta no fue realizada ru-
tinariamente hasta 1977-79 por Goodman (3) y por
Lyon (4). Las técnicas iniciales de Lyon
En el marco de la Sexta Cumbre Ministerial Mundial sobre Seguridad del Paciente celebrada en Santiago de Chile en el mes de abril de 2024 se ha dado a conocer la primera Carta de Derechos de Seguridad de Paciente, a nivel mundial, a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los objetivos del nuevo documento pasan por los siguientes aspectos clave: afirmar la seguridad del paciente como un derecho fundamental del paciente, para todos, en todas partes; identificar los derechos clave de seguridad del paciente que los trabajadores de salud y los líderes sanitarios deben defender para planificar, diseñar y prestar servicios de salud seguros; promover una cultura de seguridad, equidad, transparencia y rendición de cuentas dentro de los sistemas de salud; empoderar a los pacientes para que participen activamente en su propia atención como socios y para hacer valer su derecho a una atención segura; apoyar el desarrollo e implementación de políticas, procedimientos y mejores prácticas que fortalezcan la seguridad del paciente; y reconocer la seguridad del paciente como un componente integral del derecho a la salud; proporcionar orientación sobre la interacción entre el paciente y el sistema de salud en todo el espectro de servicios de salud, incluidos los cuidados de promoción, protección, prevención, curación, rehabilitación y paliativos; reconocer la importancia de involucrar y empoderar a las familias y los cuidadores en los procesos de atención médica y los sistemas de salud a nivel nacional, subnacional y comunitario.
Y ello porque la seguridad del paciente responde al primer principio fundamental de la atención sanitaria: “No hacer daño” (Primum non nocere). Y esto enlaza con la importancia de la prevención cuaternaria, pues cabe no olvidar que uno de los principales agentes de daño somos los propios profesionales sanitarios, por lo que hay que prevenirse del exceso de diagnóstico, tratamiento y prevención sanitaria.
Compartimos el documento abajo, estos son los 10 derechos fundamentales de seguridad del paciente descritos en la Carta:
1. Atención oportuna, eficaz y adecuada
2. Procesos y prácticas seguras de atención de salud
3. Trabajadores de salud calificados y competentes
4. Productos médicos seguros y su uso seguro y racional
5. Instalaciones de atención médica seguras y protegidas
6. Dignidad, respeto, no discriminación, privacidad y confidencialidad
7. Información, educación y toma de decisiones apoyada
8. Acceder a registros médicos
9. Ser escuchado y resolución justa
10. Compromiso del paciente y la familia
Que así sea. Y el compromiso pase del escrito a la realidad.
1. – 45 –
REV ESP PATOL 2004; Vol 37, n.º 1: 45-56
Técnica de la autopsia neuropatológica
Técnica macroscópica de realización de la autopsia
y procedimiento de obtención de muestras
Javier Figols Ladrón de Guevara
Dpto. de Anatomía Patológica. Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander. apaflf@humv.es
RESUMEN
En este artículo se trata de exponer de manera sucinta la técnica de la autopsia neuropato-
lógica tal como se realiza en el Departamento de Anatomía Patológica del Hospital Universita-
rio «Marqués de Valdecilla», atendiendo a los ítems de apertura de la cavidad craneal, técnica
de extracción del cerebro, fijación, cortes coronales postfijación de 1 cm de grosor para el estu-
dio y descripción macroscópica de las diferentes partes del encéfalo y una guía para la toma de
muestras de los distintos niveles del cerebro, cerebelo, tronco encefálico y médula espinal de
forma reglada.
Palabras Clave: Autopsia neuropatológica, cavidad craneal, cráneo, cerebro, cerebelo, tron-
co encefálico, médula espinal, cortes coronales.
Neuropathological Autopsy. Performing procedures and sampling
SUMMARY
We expose concisely in this article the techniques of neuropathological autopsy, just as it is
performed in the Department of Pathology (Division of Neuropathology) of the Hospital Univer-
sitario «Marqués de Valdecilla», dealing with the saw cut of the calvarium,opening of the cranial
cavity removing of the brain, its fixation, dissection of the brain in coronal slices cut in standard
thickness (1 cm), macroscopical study and description of the anatomical parts of the encepha-
lus and we give guidelines to take regular samples of the different parts of the brain, cerebellum,
brain stem and spinal cord.
Key Words: Neuropathogical autopsy, cranial cavity, calvarium, brain, cerebellum, brain
stem, spinal cord, coronal slices.
2. INTRODUCCION
La autopsia neuropatológica tiene como fina-
lidad estudiar de una manera reglada las posi-
bles lesiones que han podido tenido lugar en el
sistema nervioso, tanto de un modo primario, es
decir, siendo la enfermedad fundamental a estu-
diar una enfermedad neurológica, como de modo
secundario, es decir la participación cerebral de
una determinada patología del organismo. Sea
cual sea la forma de enfermar, la autopsia debe
hacerse con los mismos procedimientos de
extracción del sistema nervioso y muestreo del
mismo, variando tan solo la cantidad y localiza-
ciones de las muestras cuando se trata de enfer-
medades neurológicas primarias, cosa que se
explicitará más adelante.
TECNICA DE PROSECCIÓN
De modo general se ha de dividir este estudio
en dos partes: A) autopsia craneal (extracción y
estudio del encéfalo) y B) autopsia raquídea
(extracción y estudio de la médula espinal, raí-
ces y ganglios posteriores).
A) AUTOPSIA CRANEAL
1. Ésta se lleva a cabo poniendo el cadáver
en la mesa de autopsias en decúbito supino,
con el cuello y occipital apoyados en un reposa
cabezas para elevar el cráneo de la superficie
de la mesa de tal modo que se facilite la manio-
bra de incisión de la piel y de corte con la sie-
rra (fig. 1).
2. Se efectúa una incisión coronal con bisturí
de un pabellón auricular al otro llegando en pro-
fundidad hasta periostio (fig. 2).
3. La siguiente operación a realizar será la
separación de los planos perióstico-cutáneos
hacia atrás y hacia delante para poner al descu-
bierto el cráneo desnudo (fig. 3).
4. Se procede al corte del cráneo con sierra
circular (preferiblemente con aspiración incorpo-
rada) empezando por el frontal, hasta llegar al
– 46 –
Figols Ladrón de Guevara J REV ESP PATOL
Fig. 1.
Fig. 2. Fig. 3.
3. mismo punto. La profundidad del corte no debe
rebasar la duramadre (fig. 4).
5. Se abre el seno longitudinal superior de
delante a atrás. Se toma un pellizco de la dura
desde la parte anterior y se va cortando lateral-
mente hasta dejar al descubierto el cerebro recu-
bierto por la leptomeninge (fig. 5).
6. Se continúa separando los polos frontales
de ambos hemisferios con los dedos índice y
medio, tirando de ellos hacia nosotros suave-
mente. Se corta el quiasma óptico y el resto de
los pares craneales, quedando el cerebro libre y
el cerebelo oculto por el tentorio (fig. 6).
7. Cuando se llega a tienda del cerebelo (ten-
torio), se corta ésta a ambos lados con el bisturí
(fig. 7).
8. Se tira con cuidado del cerebro, cerebelo y
tronco, cortándose el bulbo a través del agujero
– 47 –
2004; Vol. 37, n.º 1 Técnica de la autopsia neuropatológica
Fig. 4.
Fig. 5.
Fig. 6.
Fig. 7.
4. occipital con el bisturí lo más abajo posible para
poder tener muestra completa del bulbo raquí-
deo (fig. 8).
9. Se extrae el encéfalo completo una vez
liberado. Se le lleva a la balanza, se pesa y se
anota dicho peso. Obsérvese ahora la silla turca
ocluída por su diafragma selar en el medio del
cual se puede ver el tallo hipofisario (fig. 9).
10. Para extraer la hipófisis, primero han de
romperse con el escoplo las apófisis clinoides
posteriores y ampliar la silla turca a fin de favo-
recer la maniobra de extracción (fig. 10).
11. Se extrae posteriormente la hipófisis con
pinzas y bisturí como puede observarse en la
figura 11.
12. Se suspende el encéfalo con un hilo que
pasa entre la basilar y el tronco encefálico, dejan-
do el cerebro en «flotación) en el formol (fig. 12).
– 48 –
Figols Ladrón de Guevara J REV ESP PATOL
Fig. 8.
Fig. 9.
Fig. 10.
Fig. 11.
Fig. 12.
5. 13. Fijación del encéfalo en un recipiente con
formol al 10% (herméticamente cerrado y conve-
nientemente etiquetado con el nombre y número
de identificación) durante 15 días (fig. 13). En el
caso de que se trate de una sospecha de enfer-
medad priónica (Enfermedad de Creutzfeldt-
Jakob, p.e.) se ha de dejar en fijación al menos
un mes.
Hasta aquí hemos visto como se procede en
la apertura del cráneo y la extracción del encéfa-
lo, ahora a continuación veremos la técnica de
los cortes y estudio macroscópico de los mis-
mos, así como la toma de muestras.
Cortes del encéfalo fijado
Una vez fijado el cerebro durante al menos 15
días, se lava en agua durante 24 horas y se pro-
cede al estudio macroscópico externo:
1. Examen externo
• El primer paso será el peso del cerebro
una vez fijado si no se ha hecho ya en fresco o
si, por descuido, no se ha apuntado este dato
en el protocolo general. El peso del cerebro es
muy importante para valorar si hay o no edema
cerebral verdadero y, si lo hay, evaluar su gra-
do. En los fetos y recién nacidos a término tie-
ne importancia capital para compararlo con los
percentiles normales para la edad gestacional
en el caso de los fetos, y con los del peso cor-
poral en los nacidos a término y posteriores. En
cualquiera de estos 2 casos, el peso se reali-
zará en balanzas de precisión (que recojan
gramos).
• Palpación: El cerebro se debe palpar en
toda su superficie, sin descuidar cerebelo y tron-
co encefálico para que no puedan pasar desa-
percibidas zonas de reblandecimiento como las
de un infarto reciente, o las de abscesos y tumo-
res primitivos o metastásicos que por su situa-
ción subcortical pueden obviarse a la simple ins-
pección. Muchas veces estas lesiones se identi-
fican sólo por palpación en el examen cerebral
externo.
• Inspección (figs. 14 y 15): Se puede comen-
zar por una u otra cara. Si se comienza por la
– 49 –
2004; Vol. 37, n.º 1 Técnica de la autopsia neuropatológica
Fig. 13.
Figs. 14 y 15.
6. convexidad cerebral se tendrán en cuenta y se
apuntarán los siguientes datos:
– Simetría de ambos hemisferios con respec-
to a la línea media: por ejemplo si un hemisferio
es mayor que el contralateral.
– Aspecto de las leptomeninges: Congestivo,
hemorrágico, blanquecino-amarillento (meningi-
tis purulenta), etc.
– Aspecto de las circunvoluciones:
* Atróficas (surcos anchos, bordes de las cir-
cunvoluciones afilados) o normales.
* Una o varias circunvoluciones anormal y
focalmente ensanchadas en relación a sus
vecinas.
– Existencia o no de posible herniación
supracallosa o subfalx: esto se lleva cabo sepa-
rando suavemente con las manos ambos hemis-
ferios (¡sin dislacerarlos!). Si se ve sin dificultad
el cuerpo calloso, no hay herniación de este tipo.
Si no se ve, es porque la circunvolución supra-
callosa de un lado o de otro se ha herniado por
debajo de la hoz (que en los momentos de esta
exploración ya no está presente).
– Posible existencia de lesiones específicas
reconocibles macroscópicamente:
* Absceso
* Metástasis
* Tumor primitivo del SNC que se aprecie
superficialmente.
* Hemorragia subaracnoidea generalizada
o focal.
En la inspección de la base del cerebro se
tendrán en cuenta , además del aspecto de las
leptomeninges y circunvoluciones tal y como se
ha dicho en la inspección de la convexidad, los
siguientes apartados específicos:
– Examen de los vasos del polígono de Willis
para ver posibilidad de:
* Arteriosclerosis (y evaluar su grado de
estenosis luminal).
* Aneurismas u otras malformaciones.
– Examinar con cuidado posibles herniacio-
nes del uncus del hipocampo.
– Posibilidad de herniación de las amígdalas
cerebelosas por un proceso infratentorial (masa
intracerebelosa) o por una malformación de
Arnold-Chiari.
– Inspección de la base cerebelosa para
observar simetría de este órgano en relación a la
línea media. Observar la presencia y aspecto del
vermis cerebeloso sin cortar: p.e. su ausencia y
sustitución del mismo por un quiste aracnoideo
en una malformación de Dandy-Walker.
– Aspecto general del tronco encefálico:
tamaño y disposición de sus elementos (mesen-
céfalo, protuberancia y bulbo raquídeo).
2. Cortes coronales (fig. 16)
• Antes de proceder a los cortes coronales
del cerebro se separará el bloque del tronco y
cerebelo (bloque infratentorial) del cerebro
(supratentorial) El corte ha de realizarse de for-
ma completamente horizontal por el mesencéfa-
lo inmediatamente por debajo (desde el punto de
vista anatómico) de los cuerpos mamilares. ¡Evi-
tar los cortes en bisel o ángulo diedro!
– B.1: Cortes coronales del cerebro (figs. 17-18):
se llaman así a los cortes realizados verticalmen-
te al cerebro, perpendiculares a la cisura interhe-
misférica. Puede comenzarse de delante a atras
(empezando por el lóbulo frontal) o de atrás a
adelante (empezando por el lóbulo occipital).
• En los casos de sospecha clínica de Enfer-
medad de Wernicke (por alcoholismo) debe
comenzarse por dar el primer corte pasando por
los tubérculos mamilares (para poner de manifies-
– 50 –
Figols Ladrón de Guevara J REV ESP PATOL
Fig. 16.
7. to la lesión característica) y continuando de forma
paralela hacia delante y luego hacia atrás, extre-
mando las precauciones para no perder la latera-
lidad (izquierdo y derecho). Esta preocupación
queda considerablemente disminuída si se reali-
zan los cortes coronales empezando por el lóbulo
frontal y desde ahí hacia atrás: Se colocarán
extendidos en la mesa poniendo siempre los cor-
tes de tal manera que el observador vea el hemis-
ferio derecho a la derecha y el izquierdo a la
izquierda ,exactamente lo contrario que en neuroi-
magen, (TC, Resonancia Magnética) (fig. 18).
Esto hay que tenerlo en cuenta para explicarlo a
los clínicos interesados (neurólogos, neurociruja-
nos, internistas, etc) si están presentes en el acto
del corte, cosa que siempre es de desear.
– El primer corte será el del polo frontal y a
partir de él, se harán cortes paralelos con el
cerebrotomo (efectuando para ello un movimien-
to de delante a atrás y de arriba abajo ,como si
se serrara, nunca apretando como si cortáramos
queso).
– Los cortes se harán aproximadamente de
unos 1-1,5 cm de espesor, teniendo en cuenta que,
en caso necesario de búsqueda específica de una
estructura o lesión determinada, pueden hacerse
cortes más finos y paralelos de cada rodaja.
– Cuando se tengan dispuestos encima de la
mesa todos los cortes de cerebro, se procederá
a la separación con bisturí y de forma continua
(obviando el corte en bisel) del bloque infratento-
rial: cerebelo y tronco encefálico. El procedi-
miento puede efectuarse de dos modos diversos,
ambos igualmente válidos, aunque con alguna
ventaja uno sobre el otro dependiendo de la
patología que se trate:
* Separando primeramente el cerebelo del
tronco encefálico: se cortará con cuidado con el
bisturí los pedúnculos cerebelosos medios, lue-
go los inferiores y posteriormente los superiores
y lámina medularis (esta última tan solo con la
punta del bisturí para no dañar en lo posible el
cerebelo). Se realiza primero un corte sagital
ántero-posterior medial del vermis del que se
toma una rodaja completa. Se tendrá buen cui-
dado en observar si hay atrofia de las laminillas
(preferentemente del vermis superior), sobre
todo comparando el vermis superior con el infe-
rior. En general, salvo patologías degenerativas
específicas del cerebelo en las que la atrofia ver-
miana puede ser generalizada, se atrofia predo-
minantemente el vermis superior (alcoholismo,
encefalopatías hepáticas de larga evolución). A
continuación se reconstruyen ambas mitades
cerebelosas y se procede a los cortes coronales
de delante atrás. Se colocan en la mesa de
disección de la misma forma que se ha mencio-
nado para el cerebro.
– 51 –
2004; Vol. 37, n.º 1 Técnica de la autopsia neuropatológica
Fig. 17.
Fig. 18.
8. – 52 –
Figols Ladrón de Guevara J REV ESP PATOL
Fig. 19: Cortes del encéfalo completo. 1: Polo frontal; 2 y 3 Cortes frontales antes de la aparición de los ventrículos (en el 3,
ya se aprecia el comienzo de la cabeza del Caudado); 4: Corte del-caudado-putamen-brazo anterior de la cápsula interna. 5:
Corte del Lenticular (Putamen+Pallidum)-Tubérculos mamilares. 6: Primer corte del tálamo-cápsula interna. 7: Segundo cor-
te del tálamo con el Asta de Ammon del hipocampo. 8: Corte de la Rodilla del Cuerpo calloso o de la Encrucijada ventricu-
lar. 9-12: Sucesivos cortes parietales. 13: Corte del lóbulo occipital. 14: Corte antero-posterior del cerebelo (en la imagen está
abierto como un libro) para ver el vermis. 15: Corte transversal del cerebelo para ver el Núcleo dentado. 16 y 17: Cortes del
mesencéfalo. 18 y 19 Cortes de la protuberancia. 20-22: Cortes del Bulbo raquídeo (mínimamente ha de cogerse el 20).
9. * También pueden hacerse cortes simultáne-
os del cerebelo y tronco encefálico (sin separar-
los). De esta forma se corta «coronalmente» el
tronco pero «horizontalmente» el cerebelo. Este
procedimiento tiene la ventaja de poder visuali-
zar el IV ventrículo en su totalidad, al modo del
TAC o de la Resonancia Magnética, pero no per-
mite la correcta observación del vermis cerebe-
loso (del que sólo queda un pequeño «puente»
interhemisférico en cada rodaja).
– El tronco encefálico se corta en sus porcio-
nes mesencefálica (mínimo dos cortes), pontina
(mínimo cuatro cortes) y bulbar (mínimo tres cor-
tes). Se colocan sobre la mesa con el tegmento
hacia adelante (hacia arriba considerando la
posición del observador).
Toma de muestras para su inclusion
en parafina y posterior estudio microscópico
Con el fin de que no se olvide ningún corte
esencial en ninguna autopsia encefálica, es con-
veniente efectuar una «rutina» o cortes rutinarios
que ofrecen al patólogo-neuropatólogo la posibi-
lidad de estudiar un buen número de áreas cere-
brales, cerebelosas y tronco-encefálicas. Natu-
ralmente, el modo con que se «nombre» cada
zona encefálica queda a la voluntad y buen
entender de cada neuropatólogo pero en nuestro
Departamento se ha instaurado ya hace bastan-
tes años una rutina que consiste en:
MUESTREO DE CEREBRO DE RUTINA
NUMERACION DE BLOQUES
N1. Corteza cerebral frontal con cuerpo calloso
N2. Nucleo lenticular (putamen/pallidum) con
nucleo basal de Meynert
N3. Talamo (medial) con capsula interna.
N4. Asta de Ammon con cuerpo geniculado y
asta temporal del ventriculo lateral
N5. Cerebelo (corteza cerebelosa + nucleo
dentado)
N6. Cerebelo (vermis superior)
N7. Mesencefalo
N8. Protuberancia
N9. Bulbo raquideo
N10. Medula espinal
En el caso de que haya que estudiarse porme-
norizadamente la corteza por un proceso de demen-
cia u otra enfermedad que así lo requiera se puede
hacer una numeración más completa, como sigue:
MUESTREO DE CEREBRO AMPLIADO
NUMERACION DE BLOQUES
N1. Corteza cerebral frontal con cuerpo calloso
N2. Nucleo lenticular (putamen/pallidum) con
nucleo basal de Meynert.
N3. Talamo (medial) con capsula interna.
N4. Asta de Ammon con cuerpo geniculado y
asta temporal del ventriculo lateral
N5. Cerebelo (corteza cerebelosa + nucleo
dentado)
N6. Cerebelo (vermis superior)
N7. Mesencefalo
N8. Protuberancia
N9. Bulbo raquideo
N10. (C,T,L,S) . Medula espinal
N11. Nucleo amigdalino
N12. Corteza temporal (polo temporal)
N13. Corteza parietal
N14. Corteza occipital
– 53 –
2004; Vol. 37, n.º 1 Técnica de la autopsia neuropatológica
Fig. 20.
10. N15. Nucleo caudado
N16. Hipotalamo
N17. Cuerpos mamilares
N18. Quiasma optico
N19. Insula/Capsula externa (con antemuro)
N20. Fornix y Trigono.
Si se necesita incluir alguna lesión específica
que no esté incluida en este muestreo de rutina
se le dará la numeración conveniente añadiendo
un dígito precedido de guión. Por ejemplo: N1-1.
Si se desea señalar lateralidad: N1-1D (corte
frontal, no de rutina, del lado derecho).
B) AUTOPSIA RAQUÍDEA
a) La médula espinal tiene dos abordajes, a
elección del patólogo:
a1) Abordaje anterior: Una vez extraidas las
vísceras del cadáver por el Método de Roki-
tansky, quedan al descubierto los cuerpos verte-
brales, los cuales se cortan lateralmente con la
sierra de rotación, por un lado y por el otro (cor-
tando los pedículos), desde lo más arriba posible
hasta el sacro y una vez separados los cuerpos
vertebrales tirando de ellos desde arriba hacia
fuera, queda al descubierto la médula recubierta
de su duramadre, la cual se corta transversal-
mente en los segmentos cervicales altos, a fin de
poder estudiar todos los niveles medulares extra-
yéndose con los ganglios raquídeos y raíces (ver
«abordaje posterior»), lo que facilitará el estudio
de enfermedades como las ataxias (A. de Frie-
dreich p.ej) y las polirradiculopatías (Enferme-
dad/Síndrome de Guillain-Barré).
a2) Abordaje posterior: Esta técnica es la
de elección cuando la autopsia está limitada
– 54 –
Figols Ladrón de Guevara J REV ESP PATOL
Fig. 21: Muestras «ampliadas» de encéfalo ya que se trataba de un caso de Creutzfeldt-Jakob, en sus cápsulas de inclu-
sión convenientemente numeradas e identificadas como se ha descrito (en este caso el N10, que corresponde a médu-
la espinal no está presente ya que por la patología específica-peligrosidad, no se hizo extracción medular del cadáver).
11. por la causa que sea (familiar, médica etc.) al
estudio del Sistema Nervioso Central, y que no
nos permite realizar la técnica de Rokitansky.
Se pone el cadáver en decúbito prono y se
hace una incisión longitudinal siguiendo la
línea de las apófisis espinosas (fig. 22); se cor-
ta en profundidad separando a un lado y a otro
los músculos interespinales para facilitar el
corte con la sierra (fig. 23) Una vez cortados
los pedículos con la sierra de rotación (fig. 24)
se corta por arriba, se tracciona de la parte
ósea ya separada para dejar al descubierto la
médula espinal con su duramadre (figs. 25 y
26). Se corta ésta por arriba (porciones cervi-
cales) y se tracciona de la médula con su
cubierta meníngea (fig. 27) hasta extraerla por
completo.
Una vez la médula fijada con su duramadre,
cordones posteriores y raíces (fig. 28), se libera
de sus cubiertas con una tijera, dejándola pre-
parada (fig. 29) para su inspección y palpación
por ambas caras antes de proceder al paso
siguiente.
b) Muestreo de la médula espinal: se hacen
cortes transversales cada 3 ó 4 cm de no existir
una patología específica medular (Brown-Sec-
quard, tumor etc, en cuyo caso se tomarán
muestras representativas de la lesión correspon-
diente) tomándose muestras de los tres niveles
(cervical, dorsal y lumbar) y si es posible y la
extracción ha sido completa, del nivel sacro,
filum terminale y raices anteriores y posteriores,
si se va buscando patología radicular (tipo Enfer-
medad de Guillain-Barré, etc.).
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2004; Vol. 37, n.º 1 Técnica de la autopsia neuropatológica
Figs. 22 y 23.
Figs. 24 y 25.
12. BIBLIOGRAFIA PARA CONSULTA
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injuries. En: Berry CL, Grundmann, E, editors.
Current Topics in Pathology 76: Neuropatho-
logy. Heidelberg: Springer-Verlag: 1988. p. 1-
22.
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En: Fariña J, editor. Anatomía Patológica. Barce-
lona: Salvat Editores; 1990. p. 15-7.
Nelson JS, Parisi JE, Schochet SS, editors. Principles
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1993.
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cia de Springer-Verlag-Berlín); 1982.
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neuromuscular system. Arch Pathol Lab Med
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Sarasa-Corral JL. La morfopatología del Sistema Ner-
vioso Central. En: Gutiérrez-Hoyos A, Etxbarria-
Gabilondo F, editores. 1.er Curso de Patología
Forense. San Sebastián; 2001. p. 15-36.
– 56 –
Figols Ladrón de Guevara J REV ESP PATOL
Figs. 28 y 29.
Figs. 26 y 27.