Zara ha alcanzado el éxito gracias a su modelo de negocio de "fast fashion", que le permite renovar sus existencias cada 2 semanas y producir cantidades limitadas de prendas para crear demanda. También atraen a todo tipo de público mezclando moda alta y baja costura con diseños de jóvenes talentos. Su escasa publicidad y ubicación de tiendas en zonas céntricas, junto con la subcontratación de la producción les permite ser flexibles ante la demanda del mercado.