Las cefalosporinas son antibióticos beta-lactámicos derivados del hongo Cephalosporium acremonium. Presentan un núcleo cefem que les confiere resistencia a las penicilinasas y permite sustituyentes en C3 y C7, dándoles un amplio espectro antimicrobiano. Esto, junto con su potente actividad bactericida, farmacocinética favorable y baja toxicidad, las hace útiles para el tratamiento de infecciones comunitarias y nosocomiales. Se clasifican en generaciones basadas