En los orígenes del cristianismo, los Apóstoles fueron conquistando almas para Dios a través de la misión; ejemplo de ello fueron San Pedro y San Pablo. Pedro enviado a los judíos y Pablo a los paganos. La Iglesia tomando este modelo apostólico, continúa su labor misionera; aunque esta labor no ha sido nada fácil debido a las dictaduras de cada tiempo que oprimen los procesos evangelizadores. Muchas víctimas de estas opresiones han sido martirizados,