1. Alexandra Sofía Vatamaniuc Comentario de texto
2ºA BTO
COMENTARIO DE TEXTO 4 – LA CONSTRUCCIÓN DEL FERROCARIL
El texto es una fuente secundaria de tipo historiográfico y se centra en el estudio de hechos
del pasado, no sólo relatando, sino también realizando un juicio crítico y una interpretación de
lo ocurrido, puesto que el autor se plantea una cuestión inicial que es si fue adecuado el
momento histórico en que se inició el desarrollo del ferrocarril en España, y si lo fue el modo
en que se acometió. El autor del fragmento es Gabriel Tortella, economista e historiador actual
de prestigiosa carrera, especializado en Historia Económica. El libro del que se extrae el texto
tenía como finalidad servir como manual universitario de Historia Económica de España y fue
publicado den 1994. Por lo tanto está destinado a la formación académica de un colectivo más
especializado. En cuanto al contexto histórico, aunque este centrado en el período de la
Mayoría de Edad de Isabel II, el mayor impulso al ferrocarril se dio durante el Bienio
Progresista, de 1854 a 56, y en el período siguiente hasta el final de su reinado, fechas que el
autor considera que fueron tardías comparadas con otros estados europeos ya
industrializados.
En cuanto a la idea principal del texto comentado, el autor propone una cuestión inicial, que es
el punto de partida para exponer su valoración, dando una respuesta después de analizar el
tema que matiza y explica en los siguientes párrafos. Entre otros aspectos, liga el desarrollo de
la implantación del ferrocarril al Partido Progresista, ya que para ellos la modernización
económica de España así lo requería; lo caracteriza como precipitado y tardío aunque
necesario, de lo que se derivaron graves consecuencias, la peor de ellas el endeudamiento y
crisis económica en contra del esperado desarrollo que el ferrocarril traería consigo
COMENTARIO:
El establecimiento de la línea de ferrocarril, su concesión, proceso de construcción y
desarrollo, requiere complejos estudios desde una perspectiva geográfica e histórica. Como
medio de transporte, el ferrocarril integra dos tipos de técnicas: los aspectos relativos a la
construcción del camino y los aspectos referentes a la construcción del material rodante. El
trazado del ferrocarril discurre a través de múltiples paisajes que se van perfilando desde la
segunda década del siglo XIX en diferentes países de Europa. El ferrocarril se convirtió en un
sistema de comunicación y transporte nuevo, competitivo y revolucionario, que rompía con los
esquemas de la economía y el transporte tradicionales al conseguirse la independencia de la
tracción animal. Además en los países en los cuales se impuso, desarrolló la economía hacia la
Revolución Industrial.
España pudo haberse incorporado antes de 1848 a la fiebre del ferrocarril. En 1829 se solicitó
la concesión de una línea que uniría las localidades de Jerez y el Portal. Por varias razones, ésta
y otras dos concesiones caducaron sin llevarse a efecto. La cuarta y última tentativa se
produciría en la isla de Cuba, línea inaugurada en 1837. Esta es oficialmente la primera, pero
no se produjo en España. Los Gobiernos del s. XVIII Y XIX habían tomado varias iniciativas
creando diferentes organismos oficiales para el mantenimiento y ordenación de los caminos,
así como la creación de la Escuela de Ingenieros Civiles ya en el siglo XVIII.
En el siglo XIX, el sistema de comunicaciones estaba conformado por caminos para carros, de
mala construcción y pésimamente mantenidos. Las causas venían impuestas por el relieve
peninsular, abrupto y accidentado. El segundo aspecto era el mal estado de las finanzas reales
que dificultaba la realización de una política de obras públicas y que por lo tanto, las iniciativas
y las mejoras en las obras públicas españolas se fueran postergando hasta mejor ocasión.
Además también de una inestabilidad política (Guerra de la Independencia y I Guerra Carlista).
2. Alexandra Sofía Vatamaniuc Comentario de texto
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Sin embargo, desde 1840 ya con el liberalismo implantado, se inicia un período histórico
propicio a las reformas en profundidad de las comunicaciones y del comercio.
La primera solicitud para la línea Barcelona-Mataró es de 1843. Al tiempo se produjeron las
peticiones de ferrocarril entre Madrid y Cádiz y la de Madrid-Avilés. La administración
española se hallaba predispuesta a las concesiones, pues veía en ellas la manera de activar la
economía y de facilitar la más que necesaria construcción de líneas de ferrocarril en nuestro
país; sin embargo, faltaba un Plan director en el que se establecieran tanto unas prioridades
como unas orientaciones y un marco legal, mediante el que legislar las diferentes concesiones,
abandonando la provisionalidad con que se abordaban. El Gobierno solicitó un informe a la
Dirección General de Caminos, Canales y Puerto. El informe emitido por la Comisión de
ingenieros se elaboró a conciencia, tomando como experiencia lo sucedido en otros países
donde el ferrocarril ya funcionaba de manera regular. [FALTA RECOMENDACIONES QUE NO SE
CUMPLIERON]
La fiebre de construcciones se producirá a partir de 1855. Una nueva ley daba todo tipo de
facilidades a las compañías con objeto de atraer inversiones. Así comienza a impulsarse la
construcción del ferrocarril, basado en el capital extranjero y la buena coyuntura.. La
configuración de la red imitó el modelo radial de carreteras implantado en el siglo XVIII. Hasta
1864 no hubo un plan coherente del trazado, que se estableció oficialmente en 1877, cuando
ya se había construido lo esencial de la red.
CARACTERÍSTICAS DEL FERROCARRIL DEL SIGLO XIX
Red radial a escala nacional, con centro en Madrid que deja sin comunicar la periferia.
Ancho de vía con una distancia de 1,67 m entre carriles, mayor que el del resto de países
europeos (1,44m), por lo tanto aislamiento en Europa y retraso económico.
La construcción de las líneas se realizó mediante concesiones gubernamentales a
empresas privadas (subastas por la concesión más baja), ya que el Estado carecía de
recursos suficientes y no asumió su realización. Este método de adjudicación al proyecto
más barato provocó la utilización de materiales de baja calidad. Unido al escaso rigor en
las inspecciones de obras, el resultado fue una deficiente infraestructura viaria, con
frecuentes desperfectos que requerían costosas reparaciones. Las empresas ferroviarias
obtenían escasos márgenes de beneficio económico.
Además las tres mayores empresas concesionarias fueron de capital extranjero: MZA
(Francia), NORTE (Francia) y Compañía de Ferrocarriles Andaluces y del Oeste (Franco-
Belga).
La industria metalúrgica no se desarrolló con el ferrocarril como se pretendía, ya que la
mayor parte del material (tornillos, ejes, motores, vigas, locomotores, vagones…) fue
importado y adquirido a empresas belgas, francesas y británicas.
La primera locomotora íntegramente española data de 1884.
El ferrocarril constituyó un gran avance en la España del s.XIX y a mejorar sensiblemente los
intercambios y las comunicaciones dentro del país, factores que favorecían al despegue
industrial, y a articular mejor el mercado interior español. Estos avances se los debemos
fundamentalmente a la ley de 1855, pues fue básicamente desde entonces cuando se
construyó la base ferroviaria española que aún perdura hoy. Fue una oportunidad perdida para
lograr el despegue industrial de país, tal como opina el autor en el texto.