1. Meg Shephard
SPA401
4/4/15
Trabajo Final:
Un estudio comparando dos hispanoparlantes –
uno de lengua materna español desarrollado en los EE.UU. versus uno de lengua materna
español desarrollado en Ecuador.
En este estudio, investigaré los rasgos fonéticos y léxicos destacados en las
grabaciones de dos hispanohablantes quienes primer idioma es español pero viven en
Miami, “constantemente” rodeados de español cubano. A lo largo de ambas grabaciones,
los comentarios y respuestas a las preguntas del guión me pareció bastante subjetivo, lo
cual se espera porque los dos participantes no tenían educación formal específicamente
en la rama de la lingüística española. Sin embargo, siempre me sorprende y me interesa
las percepciones presentadas en una discusión de Miami y el cubanismo que se encuentra
en la ciudad.
El primer participante es un estudiante en la Universidad de Miami, en su ultimo
año de administración de negocios. Jesús nació en Puerto Rico y se mudó a Miami con su
2. familia a los cinco años. Me interesó estudiar e investigar su pronunciación y su
vocabulario porque él se ha involucrado bastante en organizaciones con participación
mayoritariamente cubanas, como Association of Commuter Students (ACS) y Federación
de Estudiantes Cubanos (FEC). Quería ver si su forma de hablar había matizado en un
dialecto medio Puerto-Cubano. A pesar de esta hipótesis, como veremos en el análisis
siguiente, se resultó que su español se mantuvo relativamente neutro. Como discutiré más
tarde en el análisis, este es debido al hecho de que sus padres le quiso enseñar un español
que combatiera el estereotipo de “su gente”.
El segundo participante es un doctor que vive en South Beach pero trabaja en
South Kendall en una oficina endocrina que provee servicios a pacientes
mayoritariamente cubanos de primera y segunda generación. Kenneth Shephard nació en
los estados unidos y se mudó a Ecuador a los seis años. Consecuentemente, se ha perdido
la mayoría de su fluidez en ingles. Me interesó su contacto con el acento cubano y con el
vocabulario cubano a lo largo de veintiséis años en Miami. Como discutiremos en al
análisis antedicho, su forma de hablar con respecto a las áreas fonéticas y léxicas se han
mantenido relativamente independiente de las influencias cubanas, resultando en una
forma de hablar típicamente considerado “guayaquileña”.
Empezando con las investigaciones y grabación de Jesús, inmediatamente se nota
una esfuerza consciente de hablar de una manera lenta, entendible, y atractiva
3. auditivamente. Jesús empieza usando la /s/ sibilante, hasta que se sintió más cómodo e se
esforzó menos en su forma de hablar. Con respecto al plano fonético, vemos el fenómeno
discutido en la investigación de Lafford: la /s/ sibilante en la verbalización de una lista, y
la /s/ aspirada en el habla espontaneo; “Tre[s] Reye[s]” versus “Hay tanto[h] hispano[s]”.
En el caso de Jesús, su plano léxico pertenece relativamente a Puerto Rico. Por ejemplo,
para decir bus Jesús emplea la palabra “gua gua”, “pantallas”, “correa”, “biscocho”,
“habichuelas”, “bolsa”, “una china”, “sombrilla”, etcétera.
Siguiendo con las investigaciones y grabación de Kenneth, inmediatamente se
nota una fluidez en su forma de hablar, indicativo de su crianza en un país
hispanoparlante. Kenneth mantiene una variación equilibrada entre la /s/ sibilante y la /s/
aspirante, con la mayoría de la /s/ aspirada situadas en posición media de la palabra como
“e[h]pañol”, “lo[h] argentinos”. Estas /s/ aspiradas en posición media se encuentra más
en el habla espontaneo de Kenneth, respaldando a la teoría de Lafford en su estudio de
colombianos que son vecinos de Ecuador. Siguiendo los patrones planteados por los
estadísticos destacados en el estudio de Lafford, Kenneth retuvo más la /s/ sibilante
apenas empezó verbalizar una lista de palabras. Así qué, palabras que usualmente
hubieran tenido una /s/ aspirada en posición media, tenían una /s/ sibilante: “ca[s]co”,
“las co[s]tas”, etc. Con respecto con el plano léxico, él conocía las palabras cubanas para
ciertas imágenes pero su respuesta inmediata siempre contestaba usando el vocabulario
4. “guayaco” como dicen en Guayaquil, Ecuador, como “chancho”, “chupón”, “barba”,
“cake” ([kei-keh]), “pluma”, “discoteca”, “fundas”, “fideos”, “bosque”, “medias”,
“carro”, “gemelos”, “vidrio”, “lentes”, etc.
Si yuxtaponemos los análisis de los participantes, encontramos a un enlace
cultural donde las percepciones sociales, como el concepto de ‘normas’ y ‘estándares’,
afectan directamente al desarrollo y mantenimiento de un español “bueno” lo cual se
define como entendible. Como Jesús menciona en su grabación, sus padres le criaron con
un énfasis en el “hablar bueno” para combatir a los estereotipos de su país, Puerto Rico.
Aunque no fuera para combatir un estigma, los padres de Kenneth le criaron también con
la ideal que su español debería ser de una calidad que reflejara su “nivel de educación”.
Ambos participantes conscientemente piensan en la manera en que la gente en su
alrededor los percibirían. De nuevo nos presenta el discurso del “acento neutro”
fonéticamente y el “hablar bueno” lexicalmente. Según los dos participantes, un acento
entendible y palabras de una dicción elevada representa un “español mejor”.