La pragmática estudia el uso del lenguaje desde dos perspectivas: la micropragmática, que analiza unidades como los actos de habla y las implicaturas; y la macropragmática, que tiene en cuenta factores sociocomunicativos como los niveles de contexto y las restricciones culturales. La pragmática surgió para explicar problemas como el significado no convencional, la relación entre sintaxis y contexto, y la referencia deíctica.