Una crisis asmática es un empeoramiento agudo de los síntomas y la función pulmonar que requiere un cambio en el tratamiento. Se evalúa la severidad considerando factores como saturación de oxígeno, uso de medicamentos, y comorbilidades. El tratamiento incluye SABA repetidos, corticoesteroides orales tempranos, y oxígeno. Algunos pacientes pueden requerir hospitalización.