El documento presenta un cuadro comparativo entre la neurodidáctica y las escuelas del siglo XXI. Algunos de los puntos clave son que el aprendizaje debe ser divertido, ocurre de manera invisible, es mejor comenzar temprano y enseñar al cerebro emocional. También se enfatiza la importancia de la estimulación del entorno, la atención a la diversidad de estudiantes, y la cooperación entre la familia, la escuela y la comunidad.