El documento describe cómo la cultura de paz puede promover la no violencia y los derechos humanos. Propone que las escuelas enseñen habilidades para la resolución pacífica de conflictos y la construcción de una sociedad democrática y solidaria. También recomienda acciones como fomentar el diálogo, la resolución equitativa de problemas, y el respeto entre las personas para representar los valores de la cultura de paz.