Este documento analiza la cultura de la pobreza desde una perspectiva sociológica. Identifica características como lenguaje limitado, orientación al presente y sentimiento de fatalismo entre personas pobres. Explica cómo la pobreza influye en áreas como la salud mental, la educación y la práctica clínica. Finalmente, argumenta que la pobreza puede llegar a ser una subcultura que afecta la conducta y que la sociología puede formular estrategias para combatirla mediante investigación e intervención.