El desarrollo de la inteligencia depende de factores hereditarios, biológicos y ambientales. La combinación de genes ofrece múltiples posibilidades de inteligencia, y la migración de neuronas en los primeros meses de vida crea más conexiones cerebrales. El entorno, la educación, la motivación y los hábitos saludables también influyen en el desarrollo intelectual de un individuo.