La doctrina católica se basa en los concilios ecuménicos celebrados por la Iglesia Católica a lo largo de la historia. Estos concilios formularon las principales creencias católicas como la Trinidad, la divinidad de Cristo y María como Madre de Dios. Muchas de las doctrinas protestantes y evangélicas provienen en realidad de estas tradiciones católicas establecidas en los concilios a pesar de que reclaman seguir solo la Biblia.