El documento describe varias formas de fomentar la creatividad en la educación, incluyendo aceptar la ambigüedad e incertidumbre, desarrollar la confianza y perseverancia de los estudiantes, y crear una cultura de pensamiento reflexivo y colaborativo donde los estudiantes toman responsabilidad por su propio aprendizaje.

1. Educar en la
La creatividad no se enseña de manera directa,
sino que se propicia
Aprendiendo a aceptar la ambigüedad e incertidumbre:
pueden ser herramientas para reflexionar y crear
soluciones
Potenciando la voluntad para perseverar y superar
obstáculos. Visualizar los objetivos que deseamos
alcanzar y ser conscientes de que se presentaran barreras
a derribar.
Fomentando en el alumno la confianza en sí mismo y en
sus convicciones.
Desarrollando una cultura de trabajo para un pensamiento
creativo y reflexivo.
Confiando más en lo potencial, no sólo en lo real.
Debemos facilitar un aprendizaje de desarrollo y
colaboración
Alcanzando la autoridad para validar el conocimiento a
partir de un proceso social, dialógico y cooperativo.
Romper con la creencia “el maestro tiene la verdad”
Facilitando el aprendizaje y mediando las oportunidades
para que el alumno decida lo que necesita saber y con qué
herramientas construirlo. Así, tomará poco a poco la
responsabilidad de su propio aprendizaje
Venciendo el temor al ridículo y a cometer errores:
Uniendo lo cognoscitivo y lo
afectivo en cada sesión de
atmósferas creativas. Partir de que
la actividad lúdica que se esté
realizando va a movilizar los
recursos afectivos e intelectuales
de la persona
Convirtiendo las aulas en
espacios para asombrarnos,
experimentar, investigar
y crear.
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