Este documento describe el proceso tradicional de elaboración del jamón ibérico. Comienza en invierno con la salazón y secado del jamón, luego pasa el verano "sudando" para desnaturalizarse y aromatizarse. Finalmente se lleva a las bodegas donde los mohos lo maduran aún más, dándole su característico sabor. Aunque complejo, este proceso milagrosamente produce el mejor jamón gracias a la materia prima, el clima y las reacciones químicas durante la elaboración.