El documento argumenta que las computadoras portátiles en el aula son más que meras herramientas, ya que capacitan a los estudiantes de formas que otras herramientas no pueden al desafiar sus suposiciones, expandir sus horizontes, motivarlos a aprender y ayudarlos a producir trabajos sin prejuicios. El autor propone que las computadoras portátiles funcionan mejor como "asistentes digitales de enseñanza", liberando a los maestros para pasar más tiempo con estudiantes individuales.