2. La enfermedad pilonidal es más común entre los adultos jóvenes
entre 15 y 24 años. Rara a partir de los 45 años y de incidencia
desconocida.
Historia familiar en el 38%; obesidad en 37%; irritación local
o trauma en 34%; y ocupación sedentaria en el 44%
3. Al principio, se pensaba que la causa era embriológica, es decir, un
defecto congénito de la piel interglútea secundario a un resto del
conducto medular y a un repliegue interno del epitelio de superficie.
Sin
embargo,
algunas
líneas
de
investigación señalan una causa adquirida:
1) la enfermedad no se manifiesta al nacer,
sino entre adultos jóvenes
2) es más común
complexión hirsuta
entre
3) ciertos oficios preenfermedad pilonidal.
hombres
disponen
a
de
la
4. depresión central en la
hendidura glútea (orificio
primario)
sus características anatómicas
son bien conocidas y consisten
Cualquiera que sea la causa
exacta de la enfermedad,
que se extiende hasta un
tracto fibroso subcutáneo
(seno pilonidal) y un orificio
secundario,
situado fuera de la línea
media por donde drena
líquido purulento o
serosanguinolento
la presencia de tejido de
granulación, y la hipertrofia del
epitelio que rodea el orificio.
En un 93% de los casos sigue una dirección cefálica, a veces es único o múltiple, y
puede tener una longitud corta o larga, por lo que las presentaciones clínicas varían en
correspondencia. Si el seno pilonidal sigue una dirección caudal (7%), el orificio
secundario puede parecerse al de una fístula anal.
5. • Los síntomas pueden pasar desapercibidos en los casos leves.
• Dolor, enrojecimiento, hipersensibilidad e hinchazón en el área.
• Fiebre y escalofríos.
• Secreción de pus.
• Caminar y sentarse puede ser difícil.
6. • Antecedentes familiares de enfermedad pilonidal.
• Vida sedentaria.
• Lesiones repetidas al área de la base de la columna.
• Trabajo que requiere estar sentado mucho.
• Crecimiento extenso de vello corporal.
7. El diagnóstico de la enfermedad pilonidal es sencillo y se basa en la
clínica. Los síntomas varían, desde un dolor en la región sacrococcígea
hasta el drenaje crónico de líquido purulento desde esta misma zona.
Los pacientes describen, a menudo, síntomas intermitentes de dolor y
drenaje, seguido de largos períodos quiescentes.
8. En la exploración física se confirma el diagnóstico; las manifestaciones se
enumeran a continuación:
Absceso pilonidal agudo: se caracteriza por una masa
subcutánea dolorosa y fluctuante y celulitis circundante en
la región sacrococcígea, situada fuera de la línea media de
la hendidura glútea. Los síntomas pueden comenzar de
forma rápida y el dolor resulta intenso. Los orificios primarios
se ven con frecuencia en la línea interglútea.
Seno pilonidal crónico: el orificio primario se sitúa, en estos
casos, en la línea media de la hendidura glútea y a veces
el pelo sale en dirección cefálica, 4 o 5 cm cranealmente
al ano. Puede haber un orificio secundario fuera de la
línea media. El orificio secundario suele colocarse por
encima del primario y a una distancia variable de él.
9. Senos
pilonidales
complicados:
las
manifestaciones
consisten en varias depresiones cutáneas en la línea media
de la hendidura glútea que determinan senos múltiples y un
orificio secundario situados a una distancia variable de la
línea media. Asimismo, puede haber abscesos con un
drenaje parcial.
Enfermedad
pilonidal
recidivante:
las
manifestaciones
variables comprenden una cicatriz quirúrgica previa con
distinto grado de fibrosis circundante. El orificio primario
puede verse, o no, y a veces hay uno o varios orificios
secundarios.
10. Los objetivos del tratamiento de la enfermedad pilonidal consisten en la
curación con intervenciones que comporten una recidiva y morbilidad bajas y
faciliten el retorno rápido a la actividad cotidiana.
Absceso pilonidal
Se practica una incisión longitudinal fuera de la línea media y se drena
el líquido purulento. Se recortan los bordes de la piel incidida, creando
una herida abierta de la cavidad pilonidal. El pelo alrededor de la
herida se afeita y se colocan compresas de gasa sobre la herida. Se
pide al paciente que mantenga el área de la zona limpia y se cambian
las gasas dos veces al día hasta que se cierra la herida. Una vez que la
herida ha cicatrizado, la tasa de recidivas, bien por absceso o por un
nuevo seno pilonidal, puede llegar hasta un 50%.
Seno pilonidal
Dependiendo de la complejidad del seno o de los senos pilonidales,
puede procederse a un tratamiento conservador o quirúrgico. Las
operaciones de los senos pilonidales consisten en intervenciones
incisionales, intervenciones excisionales con cierre primario de la herida
o no.