El documento propone que la educación del futuro debería centrarse en enseñar la condición humana de manera integral. Plantea que los seres humanos son biológicos pero requieren de la cultura para desarrollarse plenamente. También discute las relaciones complejas entre el cerebro, la mente y la cultura, así como entre el individuo, la sociedad y la especie. Finalmente, argumenta que la educación debe ilustrar la unidad y diversidad de lo humano y examinar la complejidad de la naturaleza humana.