Escucha	activa:	utilidades	y	habilidades	
La	escucha	activa	supone	prestar	atención	y	comprender	adecuadamente	el	mensaje	
que	nos	están	transmitiendo	y	a	la	vez	mantener	una	actitud	positiva.	Por	lo	tanto,	
con	esta	técnica	nos	tenemos	que	centrar	en	lo	que	la	otra	persona	está	intentando	
decirnos,	juzgando	el	mensaje	sólo	después	de	haber	comprendido	claramente	el	
contenido	del	mismo.	
En	muchas	ocasiones	empezamos	a	preparar	nuestra	respuesta	antes	de	que	la	otra	
persona	termine	o	hacemos	un	juicio	previo	y	dejamos	de	escuchar	el	resto	porque	ya	
nos	hemos	hecho	una	idea	del	objetivo	del	mensaje.	
También	podemos	caer	en	el	error	de	creer	que	llevamos	la	razón	sin	llegar	a	escuchar	
otros	puntos	de	vista	o	simplemente,	nos	acordamos	de	un	suceso	personal	mientras	
escuchamos	y	nos	dirigimos	mentalmente	a	otra	situación.	
Índice	de	contenidos	
		
1	¿Qué	es	la	Escucha	Activa?	
2	Utilidades	de	las	habilidades	de	escucha	activa	
3	Habilidades	para	la	escucha	activa	
	
	
1. ¿Qué	es	la	Escucha	Activa?	
La	escucha	activa	es	el	esfuerzo	físico	y	mental	de	querer	captar	con	atención	la	
totalidad	del	mensaje	que	se	emite,	tratando	de	interpretar	el	significado	correcto	del	
mismo,	a	través	del	comunicado	verbal	y	paraverbal	que	realiza	el	emisor	e	
indicándole	mediante	la	retroalimentación	lo	que	creemos	que	hemos	entendido.	
La	escucha	activa	requiere	comprender	la	totalidad	del	mensaje,	buscando	entender	
desde	el	propio	punto	de	vista	del	interlocutor	aquello	que	nos	está	comunicando.	En	
la	práctica,	la	escucha	activa	se	resume	en	el	esfuerzo	físico	e	intelectual	que	permite	
recibir	la	totalidad	del	mensaje	enviado,	buscando	interpretar	correctamente	su	
significado.	
Por	eso	es	importante	que	siempre	dejemos	que	el	emisor	termine	su	mensaje	sin	
interrupciones,	trabajando	nuestra	empatía	para	comprender	el	porqué	de	su	
mensaje,	aunque	no	estemos	de	acuerdo	con	él	y	mostrando	interés	a	través	de	
preguntas	o	repeticiones…	
Al	contrario	de	lo	que	ocurre	con	el	habla,	la	escucha	es	tarea	que	requiere	
concentración	y	esfuerzo.	Ello,	tiene	base	científica:	el	cerebro	humano	tiene	una	
capacidad	de	pensamiento	de	entre	350	y	700	palabras	por	minuto.	En	cambio,	la
capacidad	de	procesamiento	de	mensajes	hablados	apenas	supera	las	130	palabras	por	
minuto.	La	diferencia	entre	ambas	capacidades	se	llena	con	pensamientos	accesorios	a	
lo	que	nos	están	diciendo.	
Pensamientos	u	obstáculos	que	entorpecen	la	capacidad	de	escucha	
Estos	pensamientos	accesorios	u	obstáculos	que	entorpecen	la	capacidad	de	escucha	
se	pueden	resumir	en:	
–	Oír	sólo	aquello	que	nos	interesa.	Posición	egocéntrica,	contraria	a	la	empatía.	No	
prestamos	atención	a	aquello	que	no	coincide	con	nuestros	puntos	de	vista	o	
intereses.	
–	Los	prejuicios.	Juzgamos	anticipadamente	al	emisor	y	a	su	mensaje.	Nos	fijamos	en	
su	apariencia	o	su	conducta,	y	no	en	lo	que	nos	está	diciendo.	
–	Estar	en	posición	de	oír.	Fingir	escuchar	es	menos	cansado	que	escuchar.	Pensamos	
en	que	vamos	a	contestar	sin	escuchar	que	nos	están	preguntando.	
–	Las	barreras	físicas	o	psicológicas.	El	cansancio,	el	clima	establecido,	las	deficiencias	
de	los	canales	de	comunicación…	La	excitación	emocional.	
–	Las	réplicas	constantes.	Interrupciones,	tensiones…	
Cómo	evitar	los	pensamientos	u	obstáculos	
Frente	a	estos	obstáculos	el	proceso	a	seguir	sería:	
–	Concentrarse	y	ser	conscientes	del	interlocutor,	evitando	las	distracciones	mentales	
(perjuicios,	evaluaciones	anticipadas…)	o	ambientales.	
–	Preguntarse	de	forma	reflexiva	(¿es	esto	realmente,	o	que	quiere	decirme?	¿Hay	
algo	más	detrás	de	su	mensaje	verbal?).	Atender	al	lenguaje	paraverbal	nos	ayudará	a	
entender	mejor	la	intención	y	el	sentimiento	de	la	comunicación.	
–	Retroalimentar,	resumiendo.	Pedir	aclaraciones	para	evitar	confusiones	respecto	a	
sus	motivos	e	intenciones	y	parafrasear	partes	del	mensaje.	Hay	que	tener	cuidado	en	
dar	feedback	en	el	momento	apropiado,	sin	interrupciones	que	perturben	la	
comunicación	restando	eficacia	al	mismo.	
La	escucha	activa	aporta	notables	ventajas.	A	nivel	general,	podemos	decir	que	ofrece	
tiempo	para	evaluar	y	comprender	al	emisor,	lo	que	lleva	a	precisar	y	adecuar	una	
buena	respuesta.	Comportamentalmente,	la	escucha	activa	suaviza	tensiones,	
especialmente	en	actos	comunicacionales	de	queja,	ya	que	al	permitir	expresar	las	
discrepancias	reduce	las	hostilidades.
2. Utilidades	de	las	habilidades	de	escucha	activa	
Algunas	de	las	utilidades	concretas	de	las	habilidades	de	escucha	activa	son:	
Tranquilizar.	Relajar	situaciones	tensas.	Por	ejemplo,	en	el	caso	de	personas	enfadadas	
o	molestas,	lo	más	adecuado	es	dedicarles	tiempo	para	escuchar	los	motivos	de	su	
estado	de	ánimo,	sin	interrupciones	y	haciéndoles	conscientes	de	que	las	escuchamos	
atentamente,	utilizando	frases	del	tipo	“comprendo	tu	estado	de	ánimo…,	Me	pongo	
en	tu	lugar	y	yo	también…”	Una	vez	comprobado	que	se	le	escucha	y	entiende,	es	
más	probable	que	se	llegue	a	una	situación	de	calma	que	permita	aceptar	
sugerencias	y	comentarios	tendentes	a	encontrar	una	solución	adecuada.	
Lograr	cooperación.	Al	satisfacer	la	necesidad	que	tienen	todas	las	personas	de	
sentirse	escuchadas	y	comprendidas,	éstas	suelen	sentirse	más	dispuestas	a	colaborar	
y	más	receptivas.	
La	reformulación	es	una	técnica	de	escucha	activa	consistente	en	estimular	a	la	
persona	a	decir	el	motivo	real	de	sus	quejas	y	expresar	sus	sentimientos.	
La	queja	continua,	la	repetición	de	las	mismas	cosas	de	forma	insistente	o	la	muestra	
de	una	excesiva	preocupación	por	temas	que	aparentemente	no	tienen	importancia,	
son	expresiones	o	actitudes	que	pueden	indicar	la	presencia	de	algún	problema	más	
hondo.	
Un	posible	ejemplo	de	escucha	activa	con	reformulación	sería:	
–	Hoy	tampoco	te	puedo	dar	una	respuesta,	no	he	tenido	tiempo	de	ver	nada,	se	ha	
estropeado	el	ordenador	y	no	se	descargar	la	información	en	el	móvil.	
-Noto	que	tiene	prisa	¿Dice	que	no	ha	tenido	tiempo	de	reflexionar	sobre	la	
información	que	le	di	ayer?	(captando	palabras	claves)	
-No.	
-	¿Pero	tiene	alguna	duda	sobre	lo	que	hablamos	ayer?	(ayudar	al	análisis).	
–	No	ninguna,	es	que	realmente	es	mi	padre	el	que	tiene	que	decidir,	porque	es	el	que	
me	lo	va	a	pagar	(realmente	el	cliente	no	tiene	el	poder	para	tomar	la	decisión,	pero	no	
quería	decirlo).	
	
3. Habilidades	para	la	escucha	activa	
Mostrar	empatía:	mostrar	nuestro	interés	sobre	lo	que	el	cliente	nos	está	expresando,	
además	de	intentar	comprender	los	sentimientos	que	nos	está	transmitiendo	es	
importante	para	que	el	cliente	sienta	que	lo	estamos	escuchando.	Sin	embargo,	esto	
no	quiere	decir	que	tengamos	que	estar	de	acuerdo	o	que	tengamos	que	sentir	lo
mismo,	por	lo	que	no	es	necesario	mostrar	simpatía	sino	comprensión	con	frases	
como;	“entiendo	lo	que	me	quiere	decir”,	“noto	que	es	algo	importante…”	
Parafrasear:	Es	simplemente	confirmar	con	el	cliente	que	estamos	entendiendo	lo	que	
nos	quiere	indicar.	Así,	con	frases	como	“entiendo	que	me	está	indicando…”	“Según	
me	indica	lo	que	le	ocurre	es…”	lo	que	logramos	es	explicar	con	nuestras	palabras	lo	
que	el	cliente	nos	ha	indicado	y	es	una	forma	no	sólo	de	verificar	el	mensaje	sino	
también	de	hacer	que	el	cliente	se	sienta	comprendido	y	mantenga	la	atención	en	la	
conversación.	
Emitir	palabras	de	refuerzo	o	cumplidos.	Además	de	entender	al	cliente,	podemos	
reforzar	su	comunicación	con	ciertas	palabras	que	demuestren	aprobación,	así	podrá	
sentirse	más	cómodo	a	la	hora	de	seguir	hablando,	sobre	todo	cuando	se	trata	de	
llamadas	que	se	puedan	definir	como	complicadas.	Algunos	ejemplos	pueden	ser;	
“Estupendo”,	“claro,	es	así”…	
Resumir:	Es	fundamental	que	intentemos	terminar	la	conversación	con	un	resumen	de	
todo	lo	tratado.	Esto	no	sólo	facilita	que	podamos	concretar	los	objetivos	de	la	
conversación	sino	también	las	soluciones	que	se	han	ido	planteando,	por	lo	que	el	
cliente	va	a	tener	una	sensación	de	haber	sido	comprendido,	escuchado	y	que	por	
nuestra	parte	le	hemos	ayudado	a	cubrir	la	necesidad	que	manifestaba.	Como	
ejemplo;	“si	no	le	he	entendido	mal…”,	“…	¿Es	correcto?”.	
Atender	a	que	la	comunicación	sea	lo	más	productiva	posible	facilita	la	comprensión,	
lo	que	en	muchas	ocasiones	repercute	en	un	mejor	entendimiento	entre	dos	personas.	
Esto	favorece	el	intercambio	de	información,	pero	nos	gustaría	conocer	tu	opinión	al	
respecto,	¿has	aplicado	esta	técnica	en	alguna	ocasión?

Escucha activa