Este documento presenta una descripción general de la escultura griega desde el período arcaico hasta el helenístico, mencionando las obras y artistas más importantes de cada época como el Discóbolo de Mirón, las esculturas de Fidias para el Partenón, la Venus de Milo y grupos como Laocoonte y sus hijos.
18. Hay quien interpreta que la figura representa al héroe «Hyakinthos» (Jacinto); amado por Apolo, el cual le habría matado de forma involuntaria con un disco. Después, con su propia sangre habría creado la flor del mismo nombre Mirón representa el cuerpo en el momento de su máxima tensión; ese esfuerzo no se refleja sin embargo en el rostro, que muestra solo una tenue concentración. La torsión del cuerpo, es vigorosa, pero al mismo tiempo armoniosa y delicada. Todo el cuerpo está echado hacia delante, para producir con el balanceo posterior el impulso necesario para poder lanzar el disco. Como casi todas las esculturas griegas, actualmente no subsiste el ejemplar original, seguramente realizado en bronce, y la obra se conoce por múltiples copias en mármol talladas en época romana. De entre estas copias que han sobrevivido una de las más famosas es la primera en ser descubierta en la época moderna, en la Villa Palombara propiedad de la familia Massimo, en 1781. Esta copia es conocida como Lancelotti. Actualmente se encuentra en el Museo Nazionale Romano de Roma. Otra copia notable fue descubierta en 1790, y procede de la Villa Adriana de Tívoli. Esta escultura es propiedad del Museo británico desde 1805, en donde se encuentra a la vista del público. Como detalle singular, tiene la cabeza dispuesta mirando al frente, debido a una restauración equivocada. Entre abril y octubre de 2009 este ejemplar estuvo expuesto como préstamo en el Museo Arqueológico de Alicante MARQ. Elaborado por Amaya Sanz
23. Artista griego, figura capital de la escultura griega del período clásico y uno de los mayores escultores de la Historia del Arte. Nacido en Atenas, se formó en el taller de Hageladas, realizando sus primeros trabajos hacia el año 470 a. C. Amigo de Pericles, colaboraría con éste en la reconstrucción de Atenas, supervisando la remodelación de la Acrópolis. Su obra máxima fue la decoración del Partenón, y aunque se sirvió de muchas manos colaboradoras en su ejecución, su estilo inconfundible se mantiene en todo el conjunto; la técnica de Fidias es prodigiosa: desde la perfecta captación de los efectos de claroscuro más sutiles hasta el estudio anatómico de los cuerpos, todo encaja armoniosa, unitariamente. Su estética entronca con el pensamiento de Platón, tomando la belleza como ideal de perfección: las figuras de Fidias, de una solemnidad típicamente clásica, son arquetipos idealizados en cuya apariencia material se sintetiza armonía física y moral, en un equilibrio conjuntado basado en la proporción de las formas. Gran ilustrador de la belleza del cuerpo humano, Fidias omite cualquier residuo de imperfección: su arte sólo aspira a representar la Idea, que únicamente podrá reflejar en el ideal de belleza establecido, esto es el prototipo perfecto. Elaborado por Amaya Sanz
24. Tal vez su trabajo más perfecto fue el Friso de las Panateneas, del Partenón, en el que se representa, a lo largo de un desarrollo de doscientos metros de longitud, la ceremonia religiosa de entrega del nuevo peplo a la diosa titular de la ciudad, Atenea. Al margen de su labor decorativa en el Partenón, Fidias desarrolló una importante actividad como autor de bultos redondos; el más celebrado de ellos sería su monumental ‘Atenea Parthenos’ (447 a. C.), realizada para el Partenón, estatua de doce metros de altura realizada en crisoelefantina, hoy desaparecida pero de la que tenemos testimonios a través de monedas y copias romanas. Su último trabajo importante, una gran estatua de Zeus (432 a. C.), lo realizó en Olimpia, ciudad en la que se refugió tras abandonar Atenas como consecuencia de un proceso judicial en el que se vio implicado junto a Pericles. Elaborado por Amaya Sanz
36. La Venus de Cnido, Afrodita de Cnido o Afrodita Cnidea es una de las más célebres esculturas del escultor griegoPraxíteles y una de sus primeras obras, realizada en Atenas en torno al año 360 a. C. La escultura representa a la diosa griega del amor (principalmente en su acepción del amor erótico), la belleza y la fertilidad femenina de Afrodita, prestándose a realizar, o tras haberlo efectuado, el baño ritual de las Eleusiadas. Tal escultura estaba destinada a exornar el naos de un pequeño templo de dos aberturas a lo largo de un mismo eje, o quizá para ubicarse en un templete monóptero en la ciudad helénica de Cnido (en Caria, Anatolia). Se la llamó Knidia o Cnidia porque fueron los habitantes de esta ciudad quienes adquirieron la estatua después de que los de la ciudad de Cos la rechazaran y compraran a Praxíteles una versión en la cual, la diosa estaba vestida de forma «más púdica y severa». Elaborado por Amaya Sanz
38. Según relatos de la mitología griega, Dioniso es el hijo del dios Zeus y Semele, una mortal, hija de Cadmo, rey de Tebas. Semele pidió a Zeus que le demostrase todo el poder que poseía, y Zeus, rey de los dioses, mostró con una gran fuerza de rayos y truenos todo su potencial. Al ver el gran poder de Zeus, Semele murió de la impresión y el miedo que le hizo sentir; entonces el dios que sabía que Semele estaba embarazada, le extrajo el feto que llevaba dentro suyo y se lo cosió en su pierna. Al cabo de seis meses, según el mito, nació Dioniso, es por esta razón por la que se conoce a Dioniso como «el dios nacido dos veces». Recién nacido fue confiada su custodia a Hermes, también hijo de Zeus, para protegerlo contra Hera y llevarlo para su cuidado a Atamante y su esposa Ino. Es posible que esta escultura se realizara como una alegoría de la paz entre los habitantes de Elis, que tenían a Hermes como patrón y Arcadia, que tenían por patrón a Dioniso.1 Elaborado por Amaya Sanz
39. SCOPAS Inspirándose en Lisipo, Scopas realiza esta dramática obra en la que resuelve de forma magistral el problema de representar la expresión psíquica en el rostro emotivo y dolorido del cazador. Atalanta y Meleagro habían cazado juntos el jabalí de Calcedonia. Meleagro, príncipe etolio, entregó a la joven la cabeza y la piel del animal, lo que provocó la envidia de los demás cazadores. Elaborado por Amaya Sanz
40. Scopashace entrar al espectador en escena. Le obliga a implicarse en la obra de varias formas. Por una parte le incita a moverse en torno suyo (cosa impensable en el clasicismo que daba una primacía absoluta a la visión frontal). De esta manera, el espacio aparece, pues ha de pasearse, y la percepción se multiplica, pues ya no hay una vista preferente sino una suma de vistas parciales, de momentos frente al todo clásico, el absoluto. Si eso fuera poco, Scopasno finaliza el movimiento en la propia escultura , sino que deja que el espectador pueda seguir ese movimiento en hélice hacia el infinito. Sus ojos, por mucho que quieran fijarse en un solo punto, son obligados casi sin quererlo a ascender por la escultura, moverse de nuevo hasta salirse de ella. La escultura sale así de sí misma y nos lleva a un espacio exterior por medio de una línea helicoidal que más tarde Miguel Ángel utilizará con fines muy parecidos y conocemos en arte, línea serpentinata. Ménade Elaborado por Amaya Sanz
50. Grupo escultórico perteneciente al helenismo que representa el castigo infligido por Apolo a Laocoonte y sus hijos. Laocoonte, sacerdote de Apolo en Troya, murió junto a sus hijos atacado por dos serpientes enviadas por una divinidad. Según unas fuentes pudo ser Atenea la diosa castigadora, mientras que otras señalan al propio Apolo como causante de las muertes. En el primer caso el castigo se debería a que Laocoonte advirtió de que el Caballo de Troya era una trampa y debía ser destruído. En la segunda de las interpretaciones, que resulta la de aceptación más generalizada, fue Apolo quien lo castigó por haber profanado su templo uniéndose a su esposa a los pies de la estatua del dios. Mientras oficiaba un sacrificio dos serpientes surgieron del mar y atacaron a los hijos de Laocoonte que acudió en su auxilio pereciendo también. La obra representa el momento en que las serpientes envuelven con sus anillos al sacerdote y sus vástagos mientras se contorsionan de dolor y desesperación intentado deshacerse de las serpientes. Elaborado por Amaya Sanz
51. En la mitología griegaLaocoonte (o Laoconte; en griegoΛαοκόωνLaokóōn) era el sacerdote de Apolo Timbreo en Troya, casado con Antiopa y padre de dos hijos. Según el relato de Virgilio en la Eneida, después de que los sitiadores aqueos hubieran simulado una retirada, los troyanos encontraron un caballo construido de madera en las puertas de Ilión. Lacoonte pronuncia la famosa frase TimeoDanaos et dona ferentes (Desconfío de los dánaos (griegos) incluso cuando traen regalos),1 alertando a los troyanos de que podría ser una trampa, que dentro del caballo podía haber tropas aqueas y sugirió quemarlo, pero los troyanos no le hicieron caso. En su osadía lanzó palos en llamas para tratar de quemar el caballo de madera, en ese momento dos grandes serpientes, Caribea y Porce, emergen de las aguas y devoran a sus hijos. Angustiado, se lanza a luchar contra las serpientes y también resulta devorado. Virgilio explica que de la tradición se desprende que el castigo de Laocoonte se debe a la profanación que supone tratar de destruir un regalo a la deidad, razón por la cual nadie le creyó. Otra tradición dice que Laocoonte había roto la prohibición de Apolo al casarse y tener hijos. Otra fuente señala que Laocoonte habría profanado la imagen de Febo, cuando se unió en himeneo delante de la imagen. Elaborado por Amaya Sanz