El esquema corporal se define como el conocimiento y representación mental y física que una persona tiene de su propio cuerpo, tanto de manera global como de sus partes específicas, y su capacidad para situarlo en el espacio. Se desarrolla a través de la maduración neurológica y las experiencias del niño, alcanzando su plenitud entre los 11 y 12 años. El esquema corporal nos ayuda a conocer nuestros límites, posibilidades motrices, de expresión y percepción, así como los elementos corporales de forma verbal.