Este documento resume un estudio sobre los factores que influyen en la integración del adulto mayor a un centro geriátrico. Identifica factores como la pérdida del cónyuge, cambios de residencia, problemas económicos y jubilación como desencadenantes de depresión. También analiza cómo la familia, prejuicios sobre sexualidad y resignación afectan la adaptación. El estudio utiliza métodos etnográficos como observación y grupos de discusión para investigar estos factores psicológicos y sociales.

8. >Duelo La constante resistencia al cambio es un común denominador en el geronte y en muchos de los casos se obedece a la premisa: …“ si algo se ha hecho durante años, entonces le da sentido a la vida y da forma a la personalidad”… La pérdida es un elemento con el que hemos convivido desde que arribamos al mundo, la cuestión está desde dónde y cómo lo concebimos. El fin es que el adulto mayor pueda reconocerse ante su reflejo como la misma persona pero con cambios físicos y emocionales respectivamente.

9. >Factores relacionados con la familia La vida privada del adulto mayor depende de las modalidades de organización familiar. En este siglo se ha desarrollado el modelo familiar nuclear, donde la principal necesidad del núcleo, es la educación, crianza y formación de hijos independientes, lo que ha afectado el sentido vital del adulto mayor. Leñero, L. (1999)

10. >Jubilación El concepto de jubilación marca la pauta para que el individuo sienta que ya entra a la edad adulta aunque él se sienta todavía activo y productivo (Krassoievitch, 1998). Lamentablemente la concepción social de la jubilación es el sinónimo de desgaste e inutilidad (Cárdenas et al, 2009).

11. >Sexualidad y prejuicios La sexualidad geriátrica como tabú. La vida sexual activa ha sido considerada como una actividad propia de personas jóvenes y para aquellas que conservan capacidades físicas saludables; alejando así al adulto mayor de su libre ejercicio sexual (Sarmientos, Pagola y Oramas 1999). Los estereotipos y la mediatización corporal encaminada a la perfección han homologado la fealdad con la vejez. Masters y Johnson (1966): las manifestación de actividad sexual durante la senectud retarda los padecimientos físicos relacionados con la edad.