Este documento presenta cinco leyes orientales fundamentales sobre el trabajo. La primera ley indica que el trabajo debe realizarse de la mejor manera posible en todo momento. La segunda ley establece que el trabajo no debe realizarse con ansiedad y debe valorarse por sí mismo más que por los resultados. La tercera ley señala que si se trabaja lo mejor posible, los resultados aparecerán naturalmente. La cuarta ley pide mostrarse indiferente ante elogios, críticas u otros comentarios.