El documento describe la importancia de tener fe en uno mismo y los peligros de no tenerla. No tener fe en uno mismo afecta nuestro ego y autoestima, haciéndonos sentir incapaces e indignos. Esto puede llevarnos a no confiar en nadie ni en nada y abandonar proyectos espirituales. Por el contrario, tener fe en uno mismo alimenta la autoestima y nos hace sentir capaces, dignos y dispuestos a confiar en los demás.