La flor de sal mexicana se extrae de manera artesanal de lagunas en México y es una alternativa saludable a la sal común. Contiene solo el 30% de sodio en comparación con el 99% en la sal común, lo que la hace una mejor opción para personas con hipertensión o enfermedad renal. Además, proporciona magnesio y mantiene el sabor de los alimentos sin los riesgos para la salud asociados con un alto consumo de sodio.