El documento trata sobre la relación entre la genética y el comportamiento. Explica que los genes heredados de los padres influyen en rasgos de la personalidad y enfermedades, pero que el comportamiento también depende del ambiente. Describe cómo se heredan rasgos como la inteligencia, trastornos del aprendizaje, y trastornos psiquiátricos. Finalmente, señala que aunque los genes juegan un papel importante en el comportamiento, los factores ambientales también son significativos.
2. Genética:
Estudia los caracteres hereditarios se transmiten de generación en generación.
Los genes son las unidades de información que emplean los organismos para transferir un carácter a la descendencia. El gen contiene
codificada las instrucciones para sintetizar todas las proteínas de un organismo. Estas proteínas son las que finalmente darán lugar a todos
los caracteres de un individuo (fenotipo).
Cada individuo tiene para cada carácter dos genes, uno que ha hereda de su padre y otro de su madre. Hay genes que son dominantes e
imponen siempre la información que contienen. Otros en cambio son recesivos y en este caso sólo se expresan en ausencia de los genes
dominantes. En otras ocasiones la expresión o no depende del sexo del individuo, en este caso se habla de genes ligados a sexo.
Su objetivo es estudiar la transmisión de enfermedades. Del mismo modo que se hereda de padres a hijos el color de los ojos, también
existen enfermedades que se pueden transmitir a la descendencia, en este caso se habla de enfermedades genética o hereditarias. Estas
enfermedades se producen porque la información para sintetizar las proteínas no es correcta, esto es ha mutado por lo que la proteína se
sintetiza no puede realizar de forma correcta su función, dando lugar al conjunto de síntomas de la enfermedad.
3. Cada par de cromosomas autosómicos contiene un cromosoma de la madre y uno del padre. Cada cromosoma en un par
porta básicamente la misma información, es decir, cada par tiene los mismos genes. Algunas veces, hay ligeras variaciones
de estos genes. Estas variaciones se presentan en menos del 1% de la secuencia de ADN. Los genes que tienen estas
variaciones se denominan alelos.
Algunas de estas variaciones pueden provocar un gen que es anormal. Un gen anormal puede conducir a una proteína
anormal o a una cantidad anormal de una proteína normal. En un par de cromosomas autosómicos, hay dos copias de cada
gen, uno de cada padre. Si uno de estos genes es anormal, el otro puede producir suficiente proteína para que no se
desarrolle ninguna enfermedad. Cuando esto sucede, el gen anormal se denomina recesivo. Se dice que los genes recesivos
se heredan en un patrón autosómico recesivo. Si se presentan dos copias del gen anormal, puede desarrollarse la
enfermedad.
Sin embargo, si únicamente se
necesita un gen anormal para
producir la enfermedad, esto lleva a
que se presente un trastorno
dominante hereditario. En el caso de
un trastorno dominante, si un gen
anormal se hereda de la madre o el
padre, el niño probablemente
manifestará la enfermedad.
A una persona con un gen anormal se la
denomina heterocigoto para ese gen. Si
un niño recibe un gen anormal para
enfermedad recesiva de ambos padres,
manifestará la enfermedad y será
homocigoto (o heterocigoto compuesto)
para ese gen.
4. TRASTORNOS GENÉTICOS: Casi
todas las enfermedades tienen un
componente genético,
pero la importancia de ese componente
varía.
Los trastornos en los cuales los genes
juegan un papel importante
(enfermedades genéticas) se pueden
clasificar como:
• Defectos monogenéticos
• Trastornos cromosómicos
• Multifactoriales
TRASTORNOS MITOCONDRIALES
LIGADOS AL ADN: Los trastornos
relacionados con el ADN mitocondrial
pueden aparecer a cualquier edad y tienen
una amplia variedad de síntomas y signos.
Estos trastornos pueden causar:
• Ceguera
• Retraso en el desarrollo
• Problemas gastrointestinales
• Hipoacusia
• Problemas del ritmo cardíaco
• Alteraciones metabólicas
• Baja estatura
TRASTORNOS
MULTIFACTORIALES: Muchas
de las enfermedades más comunes
son causadas por interacciones de
algunos genes y factores en el
ambiente (por ejemplo,
enfermedades en la madre y
medicamentos). Estas abarcan:
• Asma
• Cáncer
• Cardiopatía coronaria
• Diabetes
• Hipertensión
• Accidente cerebrovascular
TRASTORNOS
CROMOSÓMICOS: En los
trastornos cromosómicos, el defecto
se debe a un exceso o falta de genes
contenidos en todo un cromosoma o
en un segmento de un cromosoma.
• Síndrome de microdeleción 22q11.2
• Síndrome de Down
• Sindrome de turner
• Sindrome de klineferter
5. GENETICA Y COMPORTAMIENTO
El comportamiento ha llevado a la división del comportamiento en dos componentes que
interactúan. La parte genética, que es intrínseca al individuo y que viene establecida por
su herencia genética. Sus padres, su población y más allá, su especie e incluso taxones
superiores como por ejemplo los comportamientos compartidos entre todos los
mamíferos, etc. esto no quiere decir que haya un gen específico para cada
comportamiento innato, sino que la interacción de los genes y las proteínas que generan,
como por ejemplo hormonas, dan lugar a pautas de comportamiento.
Los seres humanos poseemos la mitad de los genes de nuestra madre y la otra mitad del
padre; pero no se sabe la forma en que van a combinarse en el nuevo individuo. A veces,
las alteraciones genéticas se producen por agentes externos , El avance de la genética está
permitiendo descubrir también la vinculación de ciertos genes con el comportamiento.
(por ej.: La timidez, o el comportamiento antisocial)
6. Los investigadores en genética de la
conducta entienden que los factores
hereditarios intervienen, y bastante,
en muchas conductas complejas,
incluyendo capacidades cognitivas,
personalidad y psicopatologías, por
ej.:
Coeficiente de inteligencia: Ha sido,
con diferencia, el rasgo más estudiado en
genética de la conducta. Este componente
genético determina el límite superior de la
inteligencia de una persona, es decir, la
inteligencia máxima a la que se puede llegar.
El entorno determina si esa persona
alcanzará de verdad este nivel máximo.
Creatividad: Definida normalmente
como (habilidad para pensar
divergentemente, en lugar de adoptar
las soluciones clásicas o habituales a un
problema), su heredabilidad se estima
en torno al 25% como mucho. Pero
parece que en este caso la influencia del
entorno compartido es mucho más
decisiva que los factores genéticos
Dificultades para la lectura: Al menos un 25% de los
niños tienen dificultades para aprender a leer. En algunos
existen causas específicas como retraso mental, daño
cerebral, problemas sensoriales y carencias culturales o
educativas. Pero otros muchos niños sin estos
problemas encuentran también dificultades para leer, y
algunos estudios sobre familias han puesto de manifiesto
que otros parientes tenían esta discapacidad. Se han
propuesto estimas del 30% para la influencia de lo
hereditario en este rasgo.
Retraso mental: Hace referencia a una capacidad intelectual
por debajo de lo normal, concretamente a coeficientes de
inteligencia inferiores a 70. Es grave si el «CI» no llega a 50, y
leve o familiar si está entre 50-70. Entre sus causas se incluyen
factores genéticos poco frecuentes anomalías cromosómicas
como la trisomía del 21 y desórdenes monogénicos como la
fenilcetonuria u otros que originan procesos degenerativos así
como factores ambientales (complicaciones al nacer,
enfermedades en la infancia y deficiencias en nutrición). Los
hermanos de individuos con retraso mental leve manifiestan,
estadísticamente, cierto retraso mental; pero los hermanos de
individuos con retraso mental grave suelen dar un CI normal.
Esto indica que las causas del retraso mental ligero o leve no
son congénitas.
Extroversión y neurosis: Son considerados dos
rasgos importantísimos de la personalidad. La
extroversión incluye dimensiones como la
sociabilidad, impulsividad y animosidad. La
neurosis incluye melancolía cambios bruscos de
humor, ansiedad e irritabilidad. Es una dimensión
amplia de la estabilidad e inestabilidad personal, no
exactamente de tendencias neuróticas. Estudios
sobre unos 25.000 pares de gemelos les atribuyen
una heredabilidad media de 0,50 (Henderson
1982)
7. Otros rasgos de la personalidad: En menor
medida (1 ó 2 estudios por rasgo) se dispone de
datos sobre la heredabilidad de la rebeldía, la
empatía, la desconfianza, la anomía y la búsqueda de
sensaciones. Todos muestran alguna influencia
genética y a menudo indicios de varianza genética no
aditiva. Se han establecido también correlaciones
sobre la heredabilidad de rasgos aún más
sorprendentes: sentido del bienestar, capacidad de
liderazgo o de acaparar la atención social, capacidad
de trabajo, intimidad/retraimiento social, conductas
neuróticas como reacción al estrés, alienación,
conducta agresiva, prudencia, entendida como
actitud de precaución ante los riesgos,
tradicionalismo, entendido como aceptación de las
reglas y respeto a la autoridad, imaginación.
En resumen, para los investigadores en genética de la conducta
parece incuestionable la influencia extensa de los factores genéticos
en múltiples facetas de la conducta humana, desde el CI hasta las
psicopatologías. En opinión «la influencia genética es tan ubicua y
generalizada que es preciso un cambio de énfasis: preguntar no por lo
que es hereditario, sino por lo que no lo es». Pero el mismo autor
considera estos datos la mejor evidencia disponible de la importancia
que tienen los factores ambientales en el comportamiento. En este
sentido, la genética de la conducta habría hecho importantes
aportaciones a nuestra comprensión de lo que recibimos del exterior,
no sólo de la naturaleza. No obstante, queda una cuestión pendiente:
la genética molecular, a pesar de sus avances espectaculares, no ha
confirmado estos resultados. Y las razones tienen mucho que ver con
la metodología utilizada para su obtención