La electroterapia utiliza diferentes tipos de corrientes eléctricas aplicadas a la piel para fines terapéuticos. Estas corrientes se dividen en baja, media y alta frecuencia, y pueden ser continuas o variables dependiendo de su forma. El fisioterapeuta elige el tipo de corriente según la fase y patología a tratar, ya que cada una tiene efectos diferentes como el alivio del dolor, la relajación muscular o la producción de calor en el cuerpo.