Las nuevas tecnologías digitales han cambiado la forma en que se producen y comparten los conocimientos. Permiten integrar diferentes modos de autoría como videos, textos y audios que circulan por Internet. Esto posibilita trabajar de manera colaborativa y exhibir el trabajo en distintas plataformas. La digitalización convierte sonidos, palabras e imágenes en bits intercambiables. Por lo tanto, las nuevas tecnologías obligan a la escuela a adaptarse a esta cultura participativa emergente.