La hiperplasia endometrial se debe a la prolongación de la estimulación estrogénica sin la oposición de la progesterona. Provoca sangrado vaginal abundante, cambios de humor y dolores pélvicos. Se diagnostica mediante ecografía transvaginal, citología y biopsia de endometrio. El tratamiento depende de la edad de la paciente, su deseo de maternidad y si la hiperplasia presenta atipia o no.