El documento resume cinco etapas en el desarrollo de la historiografía educativa argentina desde 1870 hasta la actualidad, caracterizando cada etapa por los enfoques y temáticas predominantes. También propone recuperar la dimensión histórico-política de la educación en la formación docente para desnaturalizar las condiciones actuales y pensar lo educativo como un espacio de resolución de conflictos entre grupos.