La niñez temprana abarca de los 3 a los 6 años, una etapa de desarrollo físico e intelectual donde los niños crecen más lento pero mejoran la coordinación muscular. En esta edad surgen cambios cognitivos como el pensamiento mágico. Los padres influyen en el desarrollo a través de sus patrones de crianza y actitudes. El jardín de infantes ayuda a los niños a aprender habilidades nuevas y mejorar física, cognitiva, social y emocionalmente a través del juego.
1. Niñez temprana. Es la segunda etapa en el desarrollo físico e intelectual de un ser humano, que dura desde los 3 años hasta los 6 años, surgen grandes cambios en los niños, crecen más lentamente que durante los años previos, pero tiene mayor progreso en la coordinación y el desarrollo muscular.
2. El tercer año de vida infantil. Memento de las disponibilidades reacciónales del niño en esta edad. recapitulación de sus adquisiciones en el dominio intelectual: aparición del pensamiento mágico y actitudes de el derivadas.
3. Algunos padres repiten los patrones de crianza que sus propios padres les aplicaron, mientras que otros adoptan prácticas muy diferentes a las que utilizaron con ellos. Las capacidades cognoscitivas de los niños florecen en la niñez temprana, por ejemplo: hay un avance en el pensamiento, en la fluidez lingüística, lo cual tiene un gran impacto en el desarrollo del niño.
4. Las capacidades cognoscitivas de los niños florecen en la niñez temprana, por ejemplo: hay un avance en el pensamiento, en la fluidez lingüística, lo cual tiene un gran impacto en el desarrollo del niño.
5. La personalidad, los padres y las actitudes que proyectan están entre los muchos factores que afectan el desarrollo cognoscitivo de los niños. El preescolar es el lugar para aprender nuevas destrezas y mejorar las existentes, y para crecer en muchas formas: física, cognoscitiva, social y emocionalmente. A través del juego, los niños crecen; así aprenden a utilizar sus músculos, coordinan lo que ven con lo que hacen, y logran un mayor dominio sobre su cuerpo. Descubren como es el mundo y los que ellos parecen.
8. Realismo Fortuito: El dibujo comienza siendo una prolongación de la actividad motora que queda plasmada sobre un soporte. Los primeros dibujos de los niños consisten en los garabatos, líneas dejadas sobre la hoja que reproducen los movimientos que el niño está explorando, trazos rectos .
9. Realismo Frustrado: porque el niño empieza intentando dibujar algo preciso pero se estrella con obstáculos que le impiden lograr el resultado que pretende. El primero de ellos es su control motor. Es capaz de explicar con gestos lo que quiere hacer, pero la realización le sale mal. El otro obstáculo es el carácter limitado y discontinuo de la atención infantil. Solo reproduce algunos detalles del objeto que representa, no porque ignore los otros sino porque no se fija en ellos en ese momento y puede añadirlos si se le señala que faltan. Muchas veces sólo incluye aquellos elementos que le parecen más importantes. En otros casos aquello que más le interesa se representa mucho más grande, sin guardar proporciones con otros elementos del dibujo.
10. Realismo Intelectual: Otro de los procedimientos es el denominado transparencia: dibujar las cosas que están ocultas haciendo que lo que las tapa sea transparente: el pollo dentro del huevo,... A veces en lugar de la transparencia, se elige la proyección del objeto sobre el suelo o abatimiento. Se aplica en una mezcla de enfoques. Se utiliza mucho para representación de casas en las que la fachada se muestra de frente mientras que el interior de las habitaciones se representa desde arriba. También se utiliza para la figura humana: los pies suelen estar de perfil mientras que el cuerpo está de frente pero con la nariz de perfil.
11. Realismo Visual:A partir de los ocho o nueve años el niño empieza a representar la realidad tal y como la está viendo, intentando utilizar las reglas de la perspectiva y atenerse al modelo. Suprime las partes no visibles de los sujetos, mantiene las dimensiones de los objetos. Los dibujos infantiles pierden esa gracia que les caracteriza. Varios de los rasgos que hemos venido señalando pueden aparecer simultáneamente según la dificultad del dibujo que se está realizando. Por eso la evolución del dibujo no es lineal sino que se producen avances y retrocesos, debidos a la dificultad de la propia tarea; ante una tarea difícil, el niño recurre a procedimientos que ya había desechado en situaciones más sencillas.