La teoría del estímulo-respuesta (E-R) de Watson propone que todo comportamiento se puede analizar como cadenas de respuestas simples a estímulos. Watson realizó un experimento condicionando a un niño a temer a objetos asociados con un ruido fuerte, demostrando que los estímulos pueden usarse para modificar la conducta. La teoría de Watson influyó en el marketing al ofrecer formas de inducir comportamientos de compra mediante técnicas psicológicas.