La industrialización en España entre 1960 y 1975 impulsó el crecimiento económico, con la concentración de la industria en algunas regiones como Cataluña, País Vasco y Madrid. Sin embargo, también aumentó las desigualdades territoriales entre las zonas industrializadas y rurales. A partir de 1974, la crisis del petróleo afectó a la industria española poco competitiva, lo que provocó el cierre de empresas, la pérdida de empleos y el aumento del paro. El Estado inició una reestructuración con la recon