Amadeo Avogadro formuló en 1811 la ley que lleva su nombre, conocida como ley de Avogadro, la cual establece que a iguales condiciones de presión y temperatura, los volúmenes de dos gases están en la misma proporción que sus cantidades en moles. Esta ley explica que el volumen de un gas depende directamente de la cantidad de sustancia y que a igual cantidad de moléculas, el volumen es el mismo independientemente de la naturaleza del gas.