Los comerciantes deben llevar su contabilidad de acuerdo con el Código de Comercio, en idioma castellano y por el sistema de partida doble. Deben registrar las operaciones en los libros principales como el Diario y el Mayor, así como en los libros auxiliares correspondientes. Los libros deben conservarse al menos 10 años y está prohibido alterarlos o cometer errores en ellos.