La minería puede ser un motor poderoso para el crecimiento socioeconómico de un país. Esta industria proporciona ingresos esenciales para construir infraestructura en los sectores críticos para la prosperidad y el desarrollo humano. En África, en particular, el sector minero tiene el potencial para sacar de la pobreza al continente y distribuir las riquezas de la operación a los ciudadanos desde el gobierno central, priorizando a las comunidades próximas a las operaciones mineras. En este sentido, un sector donde los ingresos mineros pueden tener un impacto de desarrollo significativo es en salud.