La metodología activa-participativa se aplica para enseñar a los estudiantes a resolver problemas de la vida diaria. Consiste en 5 pasos: 1) repasar el tema anterior, 2) presentar el nuevo tema, 3) leer e interpretar el nuevo tema, 4) reforzar la comprensión a través de discusión, y 5) realizar ejercicios para practicar el tema. Esta metodología toma en cuenta la madurez y experiencia de los estudiantes adultos para que puedan aprender de manera autónoma.