Este documento presenta siete hábitos de los padres brillantes: 1) dar su propio ser en lugar de obsequios, 2) nutrir la personalidad en lugar del cuerpo, 3) enseñar a pensar en lugar de corregir errores, 4) preparar para enfrentar fracasos en lugar de aplausos, 5) dialogar como amigos en lugar de conversar sobre el mundo, 6) contar historias en lugar de dar informaciones, y 7) nunca desistir de los hijos en lugar de darles oportunidades.