La crisis de 1929 tuvo su origen en la superproducción y la especulación en Estados Unidos. Esto llevó al crack bursátil de 1929 conocido como el "Jueves Negro" donde hubo una masiva venta de acciones que provocó la quiebra de muchas empresas y bancos. La crisis se expandió mundialmente y llevó a un aumento del desempleo y la pobreza. Los intentos de solución como la Conferencia de Londres de 1933 fracasaron y aumentaron los partidos extremistas en Europa.