La UNESCO estableció cuatro pilares fundamentales de la educación en 1990 basados en la Declaración Mundial sobre Educación para Todos: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. También definió cinco principios clave de calidad educativa: equidad, relevancia, pertinencia, eficacia y eficiencia. El objetivo es concebir la educación de manera integral como un derecho fundamental para todos.