El documento compara la educación presencial y no presencial. Explica que la educación presencial es permanente, con horario y lugar determinados, mientras que la educación no presencial usa tecnología y elimina fronteras de espacio y tiempo. También destaca similitudes como el uso de un docente y procesos de enseñanza-aprendizaje, pero diferencias en el ritmo y medios didácticos. Concluye que ambos modelos tienen características valiosas y deben usarse según el contexto.