El documento define las emociones como estados afectivos de corta duración e intensidad que son consecuencia de estímulos ambientales y producen cambios fisiológicos. Los sentimientos se caracterizan por ser más duraderos pero menos intensos y promueven conductas. El documento propone cinco pasos para manejar los sentimientos: aceptarlos, ponerles nombre, identificar la causa, tomar distancia y determinar hacia dónde nos impulsan.