La supervisión es una actividad importante en las empresas para garantizar la calidad de los productos y servicios y el uso óptimo de los recursos. Tomar decisiones implica elegir los elementos relevantes para analizar las relaciones entre ellos y considerar alternativas para imaginar resultados finales y evaluarlos teniendo en cuenta la incertidumbre. Un supervisor debe planificar, organizar, dirigir, ejecutar y retroalimentar constantemente el trabajo del personal para lograr la mayor rentabilidad empresarial de manera eficaz mediante la toma de decisiones acertadas.