La escala de Likert mide actitudes mediante una serie de afirmaciones con las que los participantes indican su grado de acuerdo o desacuerdo. Fue desarrollada en 1932 y consta normalmente de cinco opciones de respuesta. Los ítems se califican de forma positiva o negativa dependiendo de su dirección, y la puntuación total refleja la actitud general hacia el tema medido.