Un proyecto tiene un objetivo definido, un tiempo límite y debe satisfacer las necesidades del cliente. Las fases de un proyecto son la identificación de necesidades, el desarrollo de soluciones y la implementación de soluciones. La administración exitosa de proyectos requiere definir claramente el objetivo, dividir el trabajo en tareas, representar las actividades gráficamente, estimar tiempos, costos y programas, y resolver adversidades como falta de comunicación.