Este documento discute los desafíos y soluciones de la sociedad del conocimiento. Identifica riesgos tecnológicos, vulnerabilidad de sistemas, terrorismo y contaminación de la informática como amenazas clave. También explica que el conocimiento se está convirtiendo en un recurso estratégico importante y que la educación, la confianza pública y sistemas políticos, sociales y económicos robustos son necesarios para garantizar la seguridad humana en el futuro.