San Agustín de Hipona nació en el norte de África en el siglo IV d.C. Recibió una educación sofisticada para convertirse en maestro de retórica pero en cambio se convirtió al cristianismo. Fue ordenado sacerdote en 391 d.C. y cinco años después fue nombrado obispo de Hipona, donde permaneció los siguientes 35 años hasta su muerte en 430 d.C.