2. El abdomen es un espacio cerrado, limitado por la
escasamente expansible fascia de la musculatura abdominal, y,
como tal, es susceptible de sufrir un síndrome compartimental
3. • Aumento de la presion dentro de la fascia cerrada.
RICHARDVOLKMAN
1811
• relacion del aumento de la presion intraabdominal y la funcion
respiratoria.
Etiennen - Jules
Marey. 1863
• la relacion de la PIA en la inspiración y el descenso del diafragma.Paul Bert 1870
• abdomen abierto en heridas de guerra.1940 Ogilvie
Historia
4. Presión intraabdominal
• PIA - niveles subatmosféricos y 5 mmHg
• Respiración, IMC, actividad
Personas sanas
• PIA - oscila entre 3 y 15 mmHg.
Qx sin complicaciones
Es reflejo del volumen intraabdominal y de la distensión de la pared abdominal
5. Clasificación
Hipertensión Intraabdominal
por lesión Intraabdominal
Politraumatismos
Qx control de daños
Primaria
Ausencia de patología
intraabdominal primaria
Reanimacion intensiva con
soluciones cristaloides, lo que
incluye traumatismo
toracico, de las extremidades
o incluso despues de un
evento infeccioso
Secundaria
Ileo, edema intestinal, ascitis, contaminación, hemorragia, etc
• Cierre de la pared abdominal - HIA en el 100% de los casos
17. SCA
PIA 20mmHg o superior
• Con o sin presión de perfusión abdominal (PPA) inferior a 50
mmHg
• Al menos en tres mediciones realizadas entre 1 y 3 h de
diferencia
Se asocia a insuficiencia de uno o más sistemas
orgánicos no presente con anterioridad.
18.
19. Presión intraabdominal
Presión vesical del paciente
• Se introducen 50 ml SS a la vejiga
• Se pinza la vía principal
• Se coloca un manómetro de agua y una
llave de tres vías al nivel de la sínfisis del
pubis.
Se mide la presión vesical con el
manómetro, en cmH2O
20.
21. Tratamiento
Prevención del SCA primario
• Dejar abierta la cavidad peritoneal en pacientes con riesgo de HIA
y después de intervenciones quirúrgicas de alto riesgo.
Riesgo de SCA secundario
• Reanimación H-E : control estrecho
• Medir PIA, presión arterial y diuresis
• Control de la PPA (PPA = presión arterial media - PIA)
22.
23. Descompresión abdominal
Importante reto.
• Identificación de los pacientes con probabilidad de beneficiarse de la
descompresión
Mortalidad
• 60% en pacientes sometidos a descompresión presuncional
• 70% en pacientes con retraso en la descompresión
• 100% en aquellos en quienes no se corrigió la hipertensión
intraabdominal
24. Descompresión Abdominal
Pctes con abundante liquido intraabdominal
como componente principal
• No edema intestinal o retroperitoneal
Descompresión con colocación de un dren
percutáneo.
25. Qx?
• Sino presencia de disfunción orgánica
asociada
No se basa solo en la HIA
• En términos generales, no existe un nivel
especifico de presión vesical que sea
indicación para intervenciones
terapéuticas
> 35 mmHg
26. Qx?
12m m H g
• Pocos presentan disfunción
orgánica
15 y 20 mmHg
• significativo para todos los
enfermos.
Grado III,
• Puede considerarse la
descompresión cuando el
abdomen está tenso y hay
signos de disfunción
respiratoria y oliguria.
Grado IV con signos de
insuficiencia de
ventilación y renal
• Está indicada la
descompresión.
30. Abdomen Abierto
Pueden desarrollar sindrome
compartimental abdominal
recurrente, lo que incrementa su
morbilidad y mortalidad
Los pacientes pierden entre 500 y
2 500 ml por dia de liquido
abdominal.
• Vigilar presión intravesical c/4h
• Compensacion apropiada de
volumen para este liquido rico
en albumina es tema de
controversia
31. Cierre AbdominalTemporal
Técnica
• sencilla, sin tensión, no traumática y barata, y que permita una tasa elevada de
cierre fascial primario diferido.
Clasificación
• Dinámicas (instalación de un dispositivo en los márgenes de la fascia para
aproximaciones repetidas que logren el cierre fascial primario diferido)
• Sin tensión (cobertura no traumática de las visceras abdominales).
32.
33. Descompresión intraabdominal
Reducción de la HIA
Hipotensión
grave
Reducción de la resistencia vascular sistèmica y brusco incremento del
volumen corriente verdadero liberado en el paciente
Lavado de los subproductos
del metabolismo anaeróbico
desde debajo del diafragma.
Alcalosis respiratoria, disminución de la precarga eficaz y
bolo de ácido, potasio y otros liberados al corazón en el
que producen arritmias o parada asistólica
34. Cierre del abdomen abierto
Cerrar el abdomen tan pronto como sea posible.
Una vez estabilizado
• Cierre primario
• Colgajos cutáneos, malla combinada, bioprótesis, avance medial
bilateral del músculo recto y su aponeurosis con incisiones de
relajación cutánea lateral, o expansores de tejido y colgajos
musculocutáneos.
35. Cierre del abdomen abierto
Múltiples técnicas con el fin de reducir la
morbilidad y el costo de la atención.
Antes los individuos que no podían
someterse al cierre en intentos repetidos
• aproximación de la aponeurosis con malla
(protésica o biológica)
• Injertos cutaneos de espesor parcial aplicados
directamente sobre el intestino expuesto
• 9 a 12 meses después reparacion definitiva de la
hernia mediante la separacion de los componentes
anatomicos.
Hipertensión Abdominal
un aumento de la disfunción o la insuficiencia orgánica por HIA
Síndrome que se debe a un aumento de la presión dentro de un compartimento anatómico. La compresión afecta la circulación sanguínea y la integridad de los tejidos contenidos en el compartimento.
Si el volumen aumenta, se registra disminución de la distensibilidad y cualquier cambio ulterior en dicho volumen induce aumento de la presión e HIA. En las primeras etapas de la HIA las alteraciones de las funciones orgánicas no son detectables y su significación clínica resulta cuestionable. Cuando la PIA aumenta en mayor medida, se observan efectos perniciosos en órganos tanto extra- como intraabdominales y en la pared abdominal
El SCA primario
se presenta habitualmente en víctimas de politraumatismos, en especial tras cirugía de control de daños, y se desarrolla debido a un íleo causado por edema y contaminación intestinal, hemorragia continuada, coagulopatía, taponamiento aplicado para el control de la hemorragia, escape capilar, reanimación con líquidos masivos y transfusión.
En pacientes sin traumatismos, se ha referido que se registran HIA y, posiblemente, SCA primario en pacientes con ascitis, hemorragia retroperitoneal, pancreatitis o neumoperitoneo, y también tras reducción de hernias crónicas que han perdido su dominio, reparación de aneurisma aórtico abdominal roto, técnicas abdominales complejas y trasplante de hígado.
SCA secundario
Es en parte yatrógeno, y se suele registrar en pacientes afectados de shock que requieren una agresiva reanimación con cristaloides, en pacientes hipotérmicos y sépticos en estado crítico y en los que sufren una parada cardíaca sostenida.
El shock y la isquemia aumentan la permeabilidad capilar. En combinación con una excesiva reanimación con cristaloides, que da lugar a dilución del plasma, y reperfusión intestinal, que incrementa en mayor medida la permeabilidad microvascular, se producen exudado de líquido con edema intersticial, edema de la pared intestinal y ascitis.
El síndrome compartimental abdominal secundario puede ser consecuencia de cualquier trastorno que requiere reanimacion intensiva con soluciones cristaloides, lo que incluye traumatismo toracico, de las extremidades o incluso despues de un evento infeccioso
El síndrome compartimental intraabdominal recidivante aparece tras el control del daño en pacientes con el abdomen abierto y hemorragia activa o reanimación con un volumen ingente. En todos estos casos, hay que vigilar la presión intraabdominal
El incremento de la presion abdominal afecta multiples aparatos y sistemas
Disminucion de la diuresis, incremento de las presiones pulmonares durante la inspiracion, disminucion de la precarga cardiaca e incremento de la poscarga
La descompresión abdominal reduce la hipertensión intraabdominal y mejora la distensibilidad dinámica pulmonar.
Se ha propuesto que presiones de la vejiga superiores a 25 mmHg son indicativas de síndrome compartimental abdominal.
Al aplicar la definición de síndrome compartimental abdominal: aparición de compromiso respiratorio importante, incluyendo mayor presión inspiratoria (~ 35cm H 20 ) , disfunción renal (diuresis < 30m l/h), inestabilidad hemodinámica que precise catecolaminas y abdomen rígido o tenso, se ha encontrado que la descompresión abdominal urgente en estos pacientes logra un aumento notable del índice cardíaco, el volumen corriente y la diuresis, con una reducción concomitante de presión en la vejiga, frecuencia cardíaca, presión venosa central, presión de oclusión de la arteria pulmonar, presión máxima en las vías respiratorias, presión parcial de dióxido de carbono arterial y concentración de lactato.
La descompresión abdominal también podría ser útil en caso de aumento de la presión Intracraneal Puede producirse un síndrome compartimental abdominal secundario por hemorragias masivas debidas a lesiones de las extremidades o cuando se necesita un volumen ingente para la reanimación.
Sistema Cardiovascular:
a) HIA comprime la vena cava y disminuye el retorno venoso y gasto cardiaco.
b) en presencia de hipovolemia e HIA empeora retorno venoso.
No usar dobutamina para mantener TA por efecto vasodilatador periférico.
Uso expansores y vasopresor (norepinefrina y adrenalina).
Sistema pulmonar:
Aumento de > 25 mmHg provoca aumento de la presión intratoraxica y disminución de la distensibilidad.
Elevación de la presión de la aurícula derecha y presión de oclusión de arteria pulmonar con disminución del gasto cardiaco.
Disminución del barrido de CO2.
Sistema renal: falla renal progresiva.
Ocupar criterios AKI y RIFFLE.
La causa es por compresión vena renal extrinseca, incremento de la impedancia, gasto cardiaco bajo.
Aporte escaso de oxigeno NTA.
Medidas urgentes para evitar daño renal crónico definitivo.
Presion positiva al final de la espiración
Las manifestaciones clínicas del SCA primario y secundario son similares.
Sin embargo, los efectos del SCA secundario son más sutiles, de forma que el diagnóstico puede ser pasado por alto y el deterioro clínico del paciente suele ser atribuido a la gravedad de la enfermedad primaria o a la existencia de shock irreversible.
El SC A secundario a menudo se origina durante la reanimación con líquidos agresiva en pacientes con quemaduras, lesión extraabdominal o sepsis. Los afectados por SCA tienen dificultad para respirar o ventilar y presentanelevación de la PMVR, volúmenes reducidos, hipoxia, empeoramiento de la hipercapnia y deterioro de la distensibilidad. La oliguria es infrecuente en ausencia de disfunción o insuficiencia respiratoria. El G C se reduce, a pesar de las aparentes presiones de llenado elevadas, y es necesario instaurar tratamiento vasopresor. El abdomen se torna distendido y tenso y, en ocasiones, se registra deterioro neurològico. La presión venosa central, la presión de enclavamiento capilar pulmonar (PECP) y la PM VR se elevan y se produce acidosis. En última instancia se registran anuria, exacerbación de la insuficiencia pulmonar, descompensación cardíaca y muerte.
y se correlaciona con el impacto fisiologico del sindrome compartimental abdominal.
Los trastornos en los cuales la presion vesical es poco fiable incluyen perforacion vesical, compresion externa por taponamiento pelvico, vejiga neurogena y la formacion de adherencias intraabdominales.
utilizando una sonda de Foley normal, desconectándola del tubo de drenaje, inyectando 50 mi, pinzando, insertando la aguja y procediendo a la medición;
con una sonda de Foley de tres vías, inyectando suero salino en una de ellas y procediendo a la medición de la PIA a través de las otras dos, o
con conexión en serie de una sonda de Foley normal a una llave de tres vías y un transductor. Actualmente se dispone de otro tipo de equipos comerciales ya preparados.
Por medición continua de la PIA durante la reanimación es útil como criterio de valoración de dicha reanimación. La medición de rutina de la PIA también puede tomarse en consideración en pacientes en estado crítico, ya que la HIA es la principal causa de deterioro de la pared torácica en el SDRA. El control del pH gástrico permite detectar casos de SCA secundario poco después del ingreso en la unidad de cuidados intensivos. Un alto índice de sospecha resulta esencial, en especial en casos de SCA secundario en los que el inicio es gradual y las manifestaciones sutiles. Los pacientes que presentan la fase prodrómica del SCA se benefician de una intervención que corrija la HLA y evite la progresión a SCA (cuadro 13-13).
Una vez completadas la reexploración y reconstrucción abdominal en fases, el siguiente objetivo es cerrar el abdomen con el m ínimo estrés fisiológico posible. Se sabe que la hipertensión intraabdominal causa isquemia de las visceras y la pared abdom inal, que puede progresar a un síndrom e com partim ental abdom inal com disfunción de órganos. En 2 0 0 4 , el W orld Congress o f Abdom inal Com partm ent Syndrom e se reunió para desarrollar definiciones de consenso de la hipertensión intraabdom inal y el síndrom e com partim ental abdominal. 's Estas definiciones de consenso se utilizan para definir la hipertensión intraabdom inal y el síndrome com partim ental abdom inal prim ario, secundario y recidivante. Las definiciones del W orld Congress o f Abdom inal Com partm ent Syndrome han ayudado a caracterizar mejor los procesos morbosos de la hipertensión intraabdom inal y el síndrome com partim ental abdominal (cuadros 19-2 y 19-3). F.I síndrome compartimental abdom inal no es necesariam ente un proceso term inal, sino que representa un espectro de enfermedad, que podría ser susceptible de tratam iento médico en un estadio más precoz. La hipertensión intraabdominal de grado III (presión intraabdominal > 20 mraHg) debe seguir vigilándose con medición de la presión intravesical. En este punto hay que aplicar tratam iento médico: posición en decúbito supino, reanimación cautelosa con cristaloides y drenaje de acumulaciones de líquido intraabdominal.9 Si estos no consiguen m ejorar la hipertensión intraabdom inal o aparece disfunción de órganos, hay que plantearse una lap arotom ía descom presora. Otros tratamientos para reducir la hipertensión abdominal pueden consistir en bloqueo neurom uscular, aum ento de la sedación, diuresis, evacuación del contenido intralum inal y hemodiálisis o hem ofiltración.
Entre las medidas que evitan dicha progresión se cuentan reanimación con líquidos conservadora, administración de analgesia, sedantes y parálisis farmacológica, posición idónea del paciente, drenaje de líquido intraabdominal, escarotomía, tratamiento de sustitución renal y diuréticos.
Este metodo es aplicable en particular para el tratamiento no quirurgico de lesiones hepaticas graves. Tales pacientes se identifican con ecografia realizada al lado de la cama, y se evita la morbilidad relacionada con la laparotomia.
En pacientes con lesión craneal grave y PIA mayor de 20 mmHg, incluso con SC A manifiesto, o con hipertensión intracraneal refractaria al tratamiento sin lesión craneal evidente, se debe tomar en consideración la descompresión abdominal.
A diferencia de lo que sucede en el SCA, en el que puede realizarse fácilmente la reapertura de una incisión de laparotomía preexistente para proceder a descompresión, en el SCA secundario existe cierta renuencia a realizar una descompresión por laparotomía, en especial en ausencia de patología intraabdominal primaria. Si las medidas no quirúrgicas (v. anteriormente) no son eficaces, la liberación fasciai sin exponer la cavidad peritoneal mediante técnicas mínimamente invasivas ha demostrado su eficacia en la reducción de la PIA en animales de experimentación.
En pacientes con lesión craneal grave y PIA mayor de 20 mmHg, incluso con SC A manifiesto, o con hipertensión intracraneal refractaria al tratamiento sin lesión craneal evidente, se debe tomar en consideración la descompresión abdominal.
A diferencia de lo que sucede en el SCA, en el que puede realizarse fácilmente la reapertura de una incisión de laparotomía preexistente para proceder a descompresión, en el SCA secundario existe cierta renuencia a realizar una descompresión por laparotomía, en especial en ausencia de patología intraabdominal primaria. Si las medidas no quirúrgicas (v. anteriormente) no son eficaces, la liberación fasciai sin exponer la cavidad peritoneal mediante técnicas mínimamente invasivas ha demostrado su eficacia en la reducción de la PIA en animales de experimentación.
La laparotomia en la ICU se realiza con facilidad, evita el transporte de un individuo con inestabilidad hemodinámica y requiere poco equipo (p. ej., bisturi, dispositivo de aspiracion, cauterio, apositos para el cierre temporal de la cavidad abdominal).
Cubrir de manera temporal el contenido con la colocación de un aposito quirúrgico esteril colocado por debajo de la aponeurosis, con dimensiones de 45 × 60 cm y la aplicacion de un segundo campo quirurgico esteril con antimicrobianos
La cirugia de control de danos y la identificacion del sindrome compartimental abdominal ha mejorado de manera espectacular la supervivencia de los pacientes, pero al costo de un abdomen abierto
Con respecto a la cantidad de liquido administrado (calculo basado en indices clínicos o bien la administracion de 0.5 ml por cada ml perdido) y el tipo de liquido para la reposicion (soluciones cristaloides o coloides/hemoderivados).
El desarrollo de la técnica del abdomen abierto ha creado un problema nuevo: cómo cerrar temporalmente el abdomen con una técnica de realización sencilla, sin tensión, no traum ática y barata, y que permita una tasa elevada de cierre fascial prim ario diferido. Las opciones para el cierre abdom inal tem poral pueden clasificarse básicamente en dinámicas (instalación de un dispositivo en los márgenes de la fascia para aproximaciones repetidas que logren el cierre fascial prim ario diferido) o sin tensión (cobertura no traum ática de las visceras abdominales).
La tabla 19 -1 presenta las técnicas históricas y actuales. Las técnicas de cierre fascial prim ario diferido más usadas actualm ente en EE.UU. son el velero artificial, los sistemas de vacío y el dispositivo de vacío comercializado
ganchos y rizos entrelazados, similar al utilizado para la ropa, que se cose en los márgenes de la fascia una vez colocada una cobertura plástica sobre las visceras. A continuación, se superponen las dos partes con tensión limitada para lograr un cierre abdominal temporal seguro.
Se utiliza gasa para presionar el tejido subcutáneo.16 La separación del material tipo velero permite reexplorar fácilmente el abdomen. Una vez completadas las operaciones posteriores, se estrecha la cobertura para mantener la tensión fascial. Los estrechamientos repetidos permiten
una aproximación secuencial de la fascia hasta que pueda cerrarse sin tensión excesiva. En 20 09, Van Hensbrock et al.17 indicaron que el velero artificial, junto con las suturas de retención dinámicas acopladas a un dispositivo de vacío comercializado, tienen la mayor tasa de éxitos
en el cierre fascial. En 19 9 5 , Brock et al.18 describieron por primera vez la cobertura
por vacío, que es un cierre abdom inal tem poral en tres capas. Se coloca una lámina de polivinilo agujereado por encima de las visceras expuestas, situándola por debajo de los bordes de
la fascia. Bajo la fascia se pone una gasa quirúrgica, seguida de dos drenajes de silicona, que se colocan en la parte superior de la gasa. Para sellar la herida se utiliza una lámina de poliéster adhesiva impregnada de desinfectante yodado sobre la piel, lateralmente a las líneas axilares anteriores. Los drenajes quirúrgicos se conectan a un sistema de vacío de pared, creando una cobertura con presión negativa. El cierre temporal del abdomen con vacío y presión negativa
ha recibido una gran aceptación porque puede aplicarse rápidam ente, es barato y no traum ático, y permite controlar los líquidos abdominales. Es m uy rentable, aproximadamente 50 dólares/
aplicación.1 En la mayor parte de la población con traum atismos fue posible el cierre fascial prim ario diferido en la segunda laparotomía. Aunque el cierre fascial prim ario diferido es menos
frecuente en el grupo de cirugía de urgencias, se han presentado tasas de cierre fascial combinado de hasta el 68% .19 Las tasas de fístulas y dehiscencias no son distintas de aquellas presentes con
otros tipos de cierre abdominal temporal (CAT), con una tasa de fístulas comunicada del 3 -5 % .I9'20 Existe una versión comercializada del dispositivo de vacío. Los resultados han sido similares a los del cierre fascial primario y las tasas de complicaciones son comparables con las del sistema de vacío. Una modificación de esta técnica, que incorpora cierre fascial seriado dinámico junto al dispositivo de vacío comercializado, ha presentado tasas de cierre fascial primario diferido del 90% . Esta técnica supera el límite de los 8 días, con una tasa baja de complicaciones en algunas
series.19'21 Una revisión reciente ha indicado que el dispositivo de vacío y el velero artificial se asocian con la tasa de cierre más elevada y con la tasa de mortalidad más reducida.1
Valoración del m om ento idóneo para el cierre ab d om in al Los pacientes están listos para volver al quirófano con el fin de proceder a la reconstrucción de sus lesiones internas22 una vez
hayan sido reanimados adecuadamente.4 El objetivo de la reanimación es corrección de hipoterm ia, coagulopatía y acidosis. En el paciente traum atizado, esto suele lograrse antes de 3 6 h. Los
avances clínicos recientes en el tratam iento de los pacientes con enferm edades críticas y traum atism os han reducido el tiem po necesario para una reanim ación apropiada. Los protocolos de
transfusión en hemorragias masivas23'21 han minimizado el uso de soluciones cristaloides excesivas.25 Se extirpa el tejido lesionado desvitalizado y es posible realizar anastomosis seguras de lesiones gastrointestinales, reduciendo la necesidad de enterostomías. Sin embargo, en pacientes de algo riesgo (p. ej., aquellos con sepsis secundaria a perforación gastrointestinal, hemorragia postoperatoria grave, hipotensión intraquirúrgica), la enterostomía sigue siendo
el abordaje más conservador.2’’ La reconstrucción abdominal en fases cumple tres funciones
principales: reducción de la contaminación y control de la sepsis intraabdominal, desbridamiento de tejidos desvitalizados o contaminados, y reconstrucción. Se ha demostrado que estas técnicas logran mejores resultados en pacientes con lesiones traumáticas graves.27 La relaparotomía con lavados abdominales programados se ha empleado como un medio terapéutico eficaz en pacientes con sepsis intraabdominal grave. Resulta bien tolerada, con pocas complicaciones gastrointestinales y menor mortalidad.28 29 Por lo general, el uso de esta técnica en la pancreatitis necrosante grave se ha correlacionado con mejoras en la mortalidad, aunque en casos menos graves los resultados han sido variables.14'16
El control del origen sigue siendo la prioridad en la mayoría de pacientes sometidos al abdomen abierto. Parámetros clínicos como las cifras de función renal, la escala Acute Physiology and Chronic Health Evaluation II (APACHE II) y la escala de disfunción multiorgánica podrían ser predictivos de sepsis intraabdominal activa30'31 y pueden utilizarse como indicaciones de relaparotomía.22 28 Los pacientes que toleraban el cierre fascial tenían índices significativamente más bajos que aquellos con sepsis activa.
Es importante valorar la presión en la vejiga antes de cerrar el abdomen. 32 La hipertensión intraabdominal mantenida (15-20 mmHg) y una elevación de la presión inspiratoria máxima de lO cm H iO durante los intentos de cierre fascial son signos que advierten de alta tensión fascial, con el potencial de compromiso vascular en la pared abdominal y los órganos. En este subgrupo de pacientes gravemente enfermos con el abdomen abierto sería prudente cerrar la fascia en una
fecha posterior o una hernia ventral planificada.
En consecuencia, la descompresión se realiza después de que se haya establecido una precarga adecuada con volumen. La mayoría de los pacientes responden a la descompresión y sobreviven.
La descompresión de urgencia se lleva a cabo cuando la hipertensión Intraabdominal alcanza niveles en los cuales ocurre disfunción de órganos terminales
Cualquiera de estas manifestaciones clinicas puede atribuirse a una lesion primaria, y por tanto debe mantenerse un alto indice de sospecha diagnostica del sindrome. La insuficiencia multiorganica puede ocurrir en una amplia gama de presiones intravesicales.
Despues de la reanimacion y tratamiento de lesiones especificas, objetivo del equipo quirurgico es cerrar el abdomen tan pronto como sea posible.
Con anterioridad, los individuos que no podían someterse al cierre en intentos repetidos de intervención quirúrgica se sometían a aproximación de la aponeurosis con malla (protésica o biológica), con intervención quirúrgica programada.
Los injertos cutaneos de espesor parcial aplicados directamente sobre el intestino expuesto fueron otra opcion; se programa el retiro del injerto cutaneo nueve a 12 meses después de la operacion inicial, con reparacion definitiva de la hernia mediante la separacion de los componentes anatomicos. No obstante, la reconstrucción tardia de la pared abdominal fue el origen de morbilidad considerable en los pacientes. El advenimiento de la tecnologia VAC revoluciono el cierre de la aponeurosis.
El advenimiento de la tecnologia VAC revoluciono el cierre de la aponeurosis. A la fecha, los autores utilizan una tecnica de cierre secuencial con dispositivo VAC en la herida que proporciona tension aponeurótica constante, con regreso a la sala de operaciones cada 48 h hasta que se completa el cierre
La tasa de exito de los autores con este metodo es superior a 95%. En los pacientes que no se logra el cierre de la aponeurosis, 20% sufre complicaciones gastrointestinales que prolongan su estancia hospitalaria.
En los pacientes que no se logra el cierre de la aponeurosis, 20% sufre complicaciones gastrointestinales que prolongan su estancia hospitalaria. Estas incluyen absceso intraabdominal, fistula entérica y perforaciones intestinales. El tratamiento incluye drenaje quirurgico o percutaneo de los abscesos, control de las fistulas y apoyo nutricional para las complicaciones intestinales