Un sistema de sonido consta de cuatro componentes principales: una fuente de señal, un amplificador de audio, bafles acústicos y una fuente de alimentación. La fuente de señal genera la señal de audio, el amplificador aumenta la potencia de la señal para excitar los bafles, y la fuente de alimentación suministra energía regulada al sistema. Diferentes tipos de bafles reproducen diferentes rangos de frecuencia para lograr una reproducción completa del sonido.